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La lozana andaluza

La lozana andaluza es una novela que el clérigo Francisco Delicado, nacido en Jaén a finales del siglo XV escribió pocos años antes de su muerte, en 1528, , ya instalado en Italia y residiendo en las ciudades de Roma y Venecia. En esta ciudad se publicó la novela de ese título, La lozana andaluza, que cinco siglos más tarde convirtió en teatro nuestro Rafael Alberti. Y esta adaptación teatral de la novela la estrenó en España la actriz María José Goyanes en el año 1980, cuando formaba compañía con su marido, el inquieto director Manolo Collado. Bien, pues me permito adjudicarle el título de la obra a otra andaluza actual, muy lozana también, primera dama de la Comunidad de Andalucía y de nombre Susana Díaz, que acaba de recibir un revés en su carrera política al perder nada menos que 14 diputados, quedándose el Partido Socialista con 33 frente a los 47 con que contaba hasta ahora. Y a la andaluza le ha salido mal la jugada de adelantar las elecciones autonómicas ante la imposibilidad de seguir gobernando en solitario; ya hay voces en su partido que piden su cabeza, lo que me parece absolutamente injusto puesto que los andaluces han votado más en clave nacional que regional. Muchos de los votos perdidos son atribuibles a la abstención, los votantes de izquierdas no votan a la derecha pero manifiestan su descontento quedándose en casa; y es la política nacional la causa del descontento, del que la situación catalana es la máxima responsable. Pero se olvidaron los votantes andaluces de que la moción de censura, apoyada por nacionalistas e independentistas, además de Podemos, no fue un voto de confianza otorgado a Pedro Sánchez, sino encontrando la ocasión de echar del gobierno al Partido Popular representado de por el señor Rajoy. Y, como sucede con muchos otros españoles, los votantes andaluces no están contentos con la política que Sánchez está llevando con el procés. El resultado final de las elecciones andaluzas ha dejado perplejo a todo el mundo. Ciudadanos ve incrementado su número de diputados al doble, aprovechándose de los descontentos del PP, partido también descalabrado aunque en menor medida que el PSOE; y aparece VOX como aglutinador de los votos de la nostalgia, sin esconder un programa que lo convierte claramente en un partido inconstitucional. Así que los demócratas no podemos sino discrepar con esta fulgurante irrupción en la vida pública de este nuevo partido sencillamente porque se sitúa fuera de la ley. Nos encontramos en un momento de lío generalizado, en un aviso para Pedro Sánchez sobre lo que puede suceder en los comicios que se anuncian para el año próximo si no se emplea a fondo en una inteligente política de pactos; hoy mismo se recuerda a Nelson Mandela porque se cumplen cinco años de su fallecimiento, el 5 de diciembre de 2013. Y el que fuera distinguido con el Premio Nobel de la Paz en 1993, se valió del pacto y de la seducción para acabar con el brutal racismo reinante en Suráfrica, conocido como apartheid; tuvo mucho tiempo para reflexionar gracias a la desgracia de los 27 años que pasó encarcelado por defender la igualdad entre negros y blancos: «He luchado contra la dominación blanca, y he luchado contra la dominación negra». Nelson Mandela era un hombre inteligente, pero esencialmente era un hombre bueno. Y es eso precisamente lo que precisamos en España, políticos inteligentes y personas buenas, porque me temo que la casi generalidad de nuestros hombres públicos están demostrando carecer de ambas virtudes. La aparición de VOX en el Parlamento Andaluz, nada menos que con 12 diputados, no debe asustar a quienes defendemos la democracia y la Constitución como Ley fundamental, cualquier opción política es respetable siempre que se enmarque dentro de la ley, y el citado partido se presenta claramente desafiando a las leyes y queriendo hacer «tabula rasa» de lo que nos ha costado tantos años construir. A quienes se presentan sin tapujos contra la ley se les combate defendiendo las leyes, aplicando inteligencia y prudencia a su hoja de ruta; el Alcalde de Alicante ha rectificado su absurda orden de prohibir sacar fotografías con el móvil a los niños que visitan la Casita de Papá Noel, obligando a pagar 5 euros por una foto oficial. No es mucho pero es algo, y rectificar es de sabios.

La Perla. «Hay hombres que luchan un día, y son buenos. Hay otros que luchan un año, y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles» (Bertold Brecht)

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