La Consejera de Sanidad, en su última visita a Orihuela, expuso ante los medios de comunicación y los órganos locales del ramo, una propuesta de ampliación de nuestro hospital en San Bartolomé, que el equipo director del mismo, encabezado por el eminente doctor Fallos, nos había mostrado a requerimiento de un grupo de inquietos oriolanos varias semanas antes de la visita de le Consejera. Algo de indudable valor positivo para la ciudadanía que ya se estaba echando en falta, ante la dispersión de varios servicios y la evacuación de los mismos a otros hospitales más lejanos, sin que las direcciones anteriores movieran «un esparto». Bueno es que se hable del asunto por las autoridades regionales, al menos parecen dar a entender una inclinación a escuchar nuestras necesidades sanitarias y no seguir utilizando el «tú come y calla», que para eso te hemos nombrado. Naturalmente sabemos que las promesas no son suficientes, pero al menos, en estos últimos tiempos, algo se está moviendo en el Gobierno Valenciano de cara a Orihuela, aunque al parecer no es suficiente, pues según los voceros de nuestro consistorio, han llegado a decir que la Consejera ha venido a «vender humo», por no hacer esta propuesta ante las autoridades locales, he de decir que con los ojos de nuestra cara, vimos la solicitud que la dirección del Hospital Vega Baja pidió al Gobierno Regional y que según era lo mínimo exigible para conseguir un nivel asistencial muy importante e imprescindible para Orihuela y su zona hospitalaria de influencia. Pienso con cierta lógica, que ese sería el motivo de presentar ante los órganos sanitarios el tal proyecto, pues es el que se lo pidió. Otra cosa será la fecha en que esté hecho, pero es de esperar al menos, que no nos tengan casi dos decenas de años con una ampliación en barracones como el centro medico del «rabaloche»; eso sí que ha sido humo, al menos hasta pronto y por el detalle, ha sido humo la devolución del viejo juzgado, o el alquiler del nuevo juzgado, como algunos dicen, pagado con transparentes dudas de legalidad y que me dicen de los pomposos humos de ciertos alquileres, que se están yendo en humos de podridas explicaciones. Acaso tuvo la culpa el anterior secretario del alquiler que se sigue pagando del local antiguo de Urbanismo, porque al término del alquiler debían dejar el local en las mismas condiciones estéticas en el que fue alquilado haciendo las obras precisas como constará en el contrato. Así como el local de la pedanía de Desamparados, en el que no se pueden hacer las obras para su uso por culpa de no se sabe qué ley que «promulgó» también el antiguo secretario y que no hay forma de arreglarlo. O el solar del antiguo mercado o el terreno para el campo deportivo de Molins, nos van a decir amables lectores, que han desaparecido la utilización de los reparos y término: ¡Sobre las cuestiones sanitarias y para ser objetivos hay que ser exigentes, cierto es que son promesas y sobre estas se puede soñar que no cuesta dinero. Pero en cuanto a estos alquileres, es menester ser incompetentes, para ver el humo de paja en ellas y no darse cuenta de las grandes vigas de sus hogueras que nos están quemando nuestros dineros?! ¡Claro que como no son suyos!