Este fin de semana tiene lugar en Palma de Mallorca un encuentro de docentes de todo el Estado español para estudiar propuestas en materia de mejora de la convivencia en las aulas. Este año, bajo el lema de «Educación como punto de partida para la erradicación de la LGTBIfobia», la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Trans convoca al profesorado de todo el territorio español para formarse en detección de la violencia escolar y erradicación del odio en las aulas. Un encuentro que, el año pasado, eligió Alicante como ciudad, Diversitat como entidad anfitriona, y que tuvo un gran éxito de participación y acogida. La violencia en las aulas que sufren adolescentes y niños y niñas por su orientación sexual, su identidad de género o su expresión preocupa. Los estudios indican que el acoso escolar LGTBIfóbico, es decir, aquel que sufren los niños y niñas por ser lesbianas, gais, bisexuales o trans, o parecerlo, es el que mayor incidencia tiene en los centros. En los patios, la palabra maricón o bollera son las que, con diferencia, más usan los niños y niñas y los centros, en estos casos, bajo la perspectiva de los menores, se convierten en lugares de exclusión. Conscientes de esta realidad ineludible, la Generalitat Valenciana puso en marcha en todos los centros, niveles y etapas educativas la figura de la coordinación de igualdad y convivencia. Docentes encargados, de forma directa, de gestionar la convivencia en las aulas, proponer medidas y resolver conflictos. Profesorado especializado que ha recibido la formación específica para atender este tipo de situaciones que no siempre son fáciles y que no siempre tienen una sencilla solución. El panorama, ciertamente, ha cambiado. Hemos pasado de tener un problema invisible, el del acoso escolar por orientación o identidad, a una realidad que se afronta en los centros, se proponen medidas y se corrigen situaciones. Estas jornadas estatales que organiza este año FELGTB giran en torno a esta figura docente. Una figura que la Comunitat Valenciana exporta al resto del Estado. Y sin duda ha convertido las aulas de nuestro territorio en lugares donde se afrontan los problemas, se proponen soluciones y se media para evitar la violencia, y todo implicando al conjunto de la comunidad educativa. Esto sí es un cambio, y sin lugar a dudas convertirá al alumnado de hoy, consciente de la importancia del respeto, en mejores ciudadanos del mañana. Porque la igualdad y la convivencia en las aulas es una cuestión de ciudadanía y de derechos.