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Luis M. Alonso

Progresistas y conservadores

La clasificación de los jueces y la politización de la justicia

La mayor prueba de la politización de la justicia es esa clasificación de los jueces en progresistas y conservadores. ¿Por qué progresistas? ¿Por qué conservadores? Un juez es una persona dedicada a impartir justicia y aplicar las leyes, retrógradas o avanzadas, que los políticos legislaron, entre individuos y estratos sociales de muy diversas orientaciones.

No conozco casos en el Reino Unido, en Francia o en Alemania, ni en ninguna otra democracia como es debido, de que los magistrados se distingan públicamente por su ideología o doctrina. Pueden tener una u otra visión de la vida, pero ninguno se complica con ellas de manera voluntaria y reconocida como si se tratase de un equipo de fútbol, poniéndose de esa manera a tiro de los partidos que los nombran a dedo.

Claro que en las democracias avanzadas son los jueces los que eligen a los jueces. Se trata de un caso insólito que pertenece a la peculiar idiosincrasia de este país, agitado por el sectarismo hasta extremos que erosionan a diario la convivencia y que no sabe manejarse fuera del juego frentista de la izquierda y la derecha, cuando éstas no son más que dos de las infinitas clasificaciones que los seres humanos pueden elegir para seguir siendo imbéciles. ¿Llarena es un juez conservador? Lo desconozco pero es probable.

Sé que es el instructor de la causa especial del procés. Llarena ha vuelto a ser intimidado en su domicilio por los escuadristas de la CUP que seguramente se consideran a sí mismos "progresistas". Igual que, supongo se considerarán "progresistas", el supremacista Torra y el proetarra Otegi, partidarios de "apretar" en la calle y de la pintura amarilla contra los magistrados. Qué país, menuda tropa.

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