Las cortinas de humo, poner el foco en otro sitio: hay muchas formas de decirlo y todas llevan al mismo verbo: despistar. Se puede inducir al despiste a un colectivo concreto, por ejemplo, con las pensiones de jubilación. Se publica que no están garantizadas, una, dos veces, en prensa, otro par de ocasiones en un informativo de máxima audiencia y el crecimiento de la contratación de planes de jubilación privados aumenta durante al menos veinte días. Así hasta la próxima.
Ahora les toca a los coches. Las grandes compañías energéticas llevan años preparándose para el cambio de ciclo. Se trata de mantener el nivel desaforado de consumo de energía, para que los beneficios, muy altos, no disminuyan. Y así, se suelta una liebre, con mucha antelación: en 2040 solo se fabricarán coches eléctricos. Y no la suelta cualquiera, la suelta el gobierno de turno. Todos toman posiciones, los fabricantes de coches, escépticos, no han sido consultados. Pero la consecuencia a medio plazo será¡ el aumento en las ventas de los vehículos eléctricos, lo cual no está nada mal, y también las titulaciones de formación profesional que tengan que ver con el ramo. Mientras tanto, nos olvidamos del fomento del transporte público, del consumo razonable de energía en nuestras casas, de las cosas que de verdad pueden incidir en que ese punto de no retorno de 2030 que los científicos han marcado si no se toman las medidas adecuadas, deje de ser fatal y se convierta en una fecha más.
También se debate sobre la inteligencia artificial como si se tratara de un debate nuevo, tanto, que hasta los partidos políticos van a incluirlo en sus próximos programas electorales. Parece que muy pocos han visto '2001: una odisea del espacio' (Stanley Kubrick) en la que ya, hace cincuenta años, una computadora se rebelaba contra los humanos. La solución fue tan fácil como desconectarla. Pero nadie quiere desconectar nada en estos tiempos, todos quieren estar en todas partes, por eso no se apean del teléfono móvil ni en el metro, ni en el tren de cercanías, ni al cruzar un semáforo. Estar en todas partes es una obsesión patológica, y una gran cortina de humo fomentada por el Poder y los poderitos. Por eso la decoración navideña de las calles y de los grandes almacenes cada año se anticipa, hasta que en el 2030 nos la encontremos en verano pero en forma de glaciación.
