Lejos de calmarse, César Sánchez, presidente de la Diputación y el dirigente del PP en la Comunidad Valenciana con más peso en la ejecutiva de Pablo Casado, ha decidido mantener su estrategia y volver a marcar un discurso rádical de perfil propio como viene haciendo durante las últimas semanas. Lo ha hecho, en esta ocasión, a cuenta de dos acontecimientos. La apertura en Elche de un innecesario melón sobre la «bicapitalidad» de una de las provincias de España que, por otra parte, cuenta más municipios de gran tamaño, muchos de ellos con una notable singularidad y con capacidad de influencia para liderar sus propios espacios territoriales. Y la decisión del Gobierno de sacarle del consejo de la Autoridad Portuaria, un puesto para el que lo repescará el Ayuntamiento de Alicante. Es cierto que su mensaje vuelve a ser pobre. Aludir a esa «bicapitalidad», ya ensayada por Ximo Puig a principio de esta legislatura con València y Alicante, es un titular fácil que corre el riesgo de quedarse en poco tiempo en agua de borrajas salvo que se adopten decisiones muy concretas que César Sánchez no tiene intención de tomar. Y sus argumentos son discutibles y oportunistas. El presidente de la Diputación asegura que quiere defender los intereses de la provincia en el Puerto. Pero, sin embargo, el alcalde Luis Barcala debería explicar con todo detalle el beneficio que logra para su ciudad -otra cosa es el sentido de la operación en clave interna del PP- manteniendo al dirigente provincial en el máximo consejo directivo del muelle alicantino cuando, hasta aquí, César Sánchez era líder en absentismo a las reuniones de ese organismo. Dicho esto, también es verdad que el máximo mandatario de la Diputación persigue otro objetivo: volver a colocarse en el epicentro de la escena como oposición a los socialistas y a Compromís a la espera de acontecimientos y, como se apuntaba ya el pasado domingo en estas mismas páginas, se posiciona para optar a la sucesión ante una debacle electoral de Isabel Bonig -el ensayo andaluz de dentro de pocas semanas ya vaticina el descalabro del PP- que acabaría por abrir en canal ese partido. Ya saben: la gente nunca es la prioridad.
