Intensamente azulesTEATRO PRINCIPAL DE ALICANTE ??½Autor y dirección: Juan Mayorga.Actor: César Sarachu.
Sugerente propuesta, aunque depende de cómo se materialice por parte del dramaturgo. El monólogo tiene carga literaria, teatralidad y sentido del humor, y el protagonista cuenta y actúa. César Sarachu no es especialista en expresión corporal, ya que la plasticidad no es lo suyo, pero las gesticulaciones, los ademanes y movimientos no paran. Y no lo hace mal. Domina la palabra e intenta conectar con los amplios espectadores de Intensamente azules, del madrileño y veterano Juan Mayorga, que se inspiró en una experiencia propia para escribirla y dirigirla, como hemos visto en la Muestra. Usted se coloca unas gafas de natación de color azul, graduadas, porque se le han roto las lentes, y empieza a ver la vida de otra forma, con otro colorido. Esta es una de las experiencias poéticas de un autor que no olvida el conflicto entre la realidad y el deseo. El personaje comienza a percibir todo de diferente manera o lo que no ve normalmente. Los demás le prestan más atención. Eso le lleva a hacer lo que no hacía antes. Ustedes conocen aquello de que las cosas dependen del cristal con que se mire. ¿Vemos el mundo como es, o como nosotros somos? Juan Mayorga es filósofo y matemático. Se nota en el texto, en su arquitectura y en la dirección. César Sarachu humaniza el papel y contribuye a que se entienda mejor la originalidad del dramaturgo. Aun así, a este le interesa «representar lo complejo como complejo», decir más de lo que se dice, e invita a descifrar signos y a la reflexión. A cambiar de gafas para que nuestro entorno empiece a modificarse. Dicho esto, la obra arranca muy bien, pero el concepto inicial, sin perderse, decae, y el interés del público flojea al pretender el autor intelectualizarlo. Suele ocurrir cuando los autores se quieren posicionar muy por encima del vecino. El actor usa objetos que unen la palabra y las situaciones. Relee el Quijote y lo entiende. Ve siete veces seguidas Un perro andaluz. Lee El mundo como voluntad y representación, de Schopenhauer, y encuentra en él un feliz pesimismo. Los impulsos, mejores o peores, se representan, nos hacen vivir un sueño. Déjese contagiar por el intenso azul y juegue a las cartas que el destino barajea.
