El Ayuntamiento de Elche celebró hace algunas semanas el día de convivencia vecinal en Los Palmerales, un barrio en el que por mucho que se invierta parece un pozo sin fondo y tanto lo es que es difícil que de vez en cuando vecinos, colectivos sociales o, incluso, algún partido no reivindique lo mal que está. Lo primero que pensé al saber de ese encuentro social, que no deja de ser un baño de masas para el que gobierna porque corre con buena parte de los gastos, es que parece que siempre se acuerdan de él cuando están cerca las elecciones porque es uno de los lugares donde, bien llevadas las cosas, siempre se puede sacar un concejal en mayo cada cuatro años. La presencia en ese acto del secretario general de los socialistas, Alejandro Soler, quien se tiene que empezar a dejar ver más por Elche, ahora que los suyos le aprietan para que vaya tomando decisiones sobre quién estará en la lista de los socialistas, sólo me hizo que confirmarlo. Pero no quería hablarles de ello, quería hablarles de lo que ayer mismo publicábamos en este diario y que es un clásico en este barrio: los enganches ilegales de luz, atravesando los cables incluso bloques enteros, de parte a parte, para que los beneficiados disfruten de un servicio básico de forma gratuita porque, supuestamente, todos pasan necesidad y no pueden pagar el recibo. La decisión de cortar el servicio, en una actuación que por seguridad para los técnicos exigió de la presencia de la Policía Local (y ya entienden a qué seguridad me refiero), no se tomó a la ligera por el mero hecho de que se estaba produciendo un fraude eléctrico. Se adoptó por otras cuestiones que son de responsabilidad pública, como el riesgo de incendio o de electrocución por la manipulación del cableado. En cualquier caso, enterado el equipo de gobierno (entiendo que tarde porque de otro modo no se habría llevado a cabo el corte) no quedó otra que desandar lo andado y restablecer un suministro? ilegal. Supongo que ahora el que pagará la factura que se genera será el Ayuntamiento y no quiero ni pensar cómo se habrá hecho eso de reconectar pisos que funcionan nadie sabe desde cuándo con luz robada ni de quién es la responsabilidad sobre cualquier siniestro que ocurra a partir de ahora cuando el equipo de gobierno ha asumido la actuación de reenganche. Que sepamos hay cincuenta familias en estas circunstancias y ayer, tras la publicación de la noticia es este diario, las redes sociales ardían y no precisamente para felicitar a un equipo de gobierno que, en definitiva, no ha hecho más que cumplir con su obligación, como era evitar que personas mayores y niños puedan pasar frío. Todo esto que se ha hecho está bien y que el Ayuntamiento estudie caso por caso a cada una de las familias que ha protagonizado uno de estos enganches, para saber si necesita de una ayuda municipal para pagar el recibo, pues mejor. Ahora bien, llevamos escuchando historias de este calado en Los Palmerales desde hace no años sino décadas y nadie ha sabido cómo resolverla. Nadie.
