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La importancia del ejercicio físico

La actividad mejora la calidad de vida, el humor y la movilidad y previene patologías

Los seres humanos estamos diseñados para movernos y la evidencia científica lo deja bien claro: el ejercicio y la actividad física mejoran de manera significativa la calidad de vida, el humor, la movilidad, a la vez que previenen múltiples patologías. Lo cierto es que llevamos una vida muy estresada, con el sistema simpático en continua descarga y con una enorme vasoconstricción. Lo dicen los expertos: la sangre pasa con dificultad por los vasos sanguíneos y cada vez más deprisa. A la vez, se libera cortisol, hormona destructora de las neuronas. Por lo tanto, si queremos mantener el cerebro sano, tenemos que bajar los niveles de cortisol. ¿Y cómo podemos hacerlo? Pues con algo tan sencillo como con el ejercicio físico aeróbico.

Con él, aumentan las conexiones neuronales. A más ejercicio, hay más conexión, y eso es reserva cognitiva, y a más conexión, menos tardan en llegar las temidas enfermedades degenerativas, como es el caso del Alzheimer. O sea que, a la vista de todos estos conocimientos, realizar una actividad física, de forma regular y sistemática, es altamente beneficioso para la salud ¿Y cuáles son esos beneficios? Pues, por una parte mejora la memoria, la resistencia a la insulina, la flexibilidad y movilidad de las articulaciones, la función mental, la autonomía, la rapidez, la imagen corporal y la sensación de bienestar, y reduce de manera muy significativa la sensación de fatiga. Por otra parte, aumenta el optimismo y la euforia, el tono y la fuerza muscular, regula las cifras de tensión arterial, rebaja la ansiedad y el estrés, reduce el aislamiento social y contribuye a prevenir las enfermedades del corazón.

También ayuda a mantener el peso corporal y tiene un efecto antidepresivo. Por otra parte, debemos tener muy en cuenta que los programas de actividad física deben proporcionar relajación, resistencia, fortaleza muscular y flexibilidad. Por eso, realizar una actividad física moderada con regularidad (lo ideal sería de unos cuarenta y cinco a sesenta minutos de ejercicio diario) es uno de los factores clave en la mejoría de la salud. Y, sobre todo, señoras y señores, porque libera endorfinas, opiáceos naturales del cuerpo, secreciones semejantes a la morfina, producidas por el cerebro. Y debemos tener en cuenta que las endorfinas amortiguan dolores en el plano corporal y facilitan sentimientos de placer y hasta de euforia. ¿No les parecen muy interesantes sus efectos? Y lo que es aún mejor, sin ningún coste económico.

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