En cuanto se quiso dar cuenta, La 1 se encontró con dos de sus siete noches con la parrilla desmantelada. En plena temporada alta. Antes de que llegase el Puente del Pilar. Concretamente las de los martes y los viernes, un par de «prime times» sin nada que echarse a la boca, teniendo que programar las consabidas películas estadounidenses para mantener su cuota de pantalla. O para que no bajase demasiado. Películas que sumadas a las del sábado contabilizan tres noches resueltas con cine de las majors. Un disparate tratándose de La 1 de TVE.
En ningún caso debiera consentirse esta situación. El canal generalista (el canal Premium si hablamos en términos profesionales) de la televisión pública debería tener sus siete noches debidamente planificadas para que no se dieran estas situaciones. ¿Qué menos que completar los siete «prime time» de la semana con cierta dignidad? Y no vamos a hurgar en las tardes, que ya sabemos cómo están.
Vale que ha pinchado El Continental. Que tampoco tiene mucha disculpa, puesto que se trata de un proyecto que ya olía muy mal desde antes de que le diesen luz verde, y cuyos tráilers nos tiraban para atrás antes de que llegase su emisión. Pero incluso para un momento comprometido como ese, La 1 debería tener guardados sus ases en la manga, su producción propia preparada para completar rápidamente la noche fallida y que su estructura no se resintiera. Aunque hayan echado mano de archivo y recuperen La República la sensación que queda es de improvisación. Que a mediados de octubre lo único que tenga que ofrecer La 1 después del Telediario tres noches a la semana haya sido cine americano «mainstream» dice muy poco de quienes debieran mimar la parrilla. Estableciendo criterios de antelación. No de contraprogramación. La 1 no debe jugar en esa liga.
