Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Manzanares y la tauromaquia ante el invierno

De pronto y como sin sentirlo, como las olas que incesantes se desaparecen entre las arenas de nuestra playas, se nos han pasado los meses, las semanas, los días de toros, y nos encontramos acabando la temporada española de 2018. El principal valedor de la tauromaquia actual de nuestra tierra, José Mari Manzanares, vive hoy las últimas horas de su irregular año taurino en el coso de la Misericordia, de Zaragoza. Cerrará el calendario el alicantino en la ultraanunciada despedida de los ruedos de Juan José Padilla, el que fuera Ciclón de Jerez y acaba siendo pirata, dejando por el camino muchos percances gravísimos de los que siempre se recuperó reinventándose a cada cornada. No se le recordará por su toreo o su estilo, pero sí por su ejemplo de superación y esa icónica figura de parche y pañuelo en la cabeza. Hasta en la portada del New York Times quedó estampada su destartalada figura.

Dos festivales ha sorteado Manzanares a lo largo de esta semana. Del celebrado el pasado 9 de octubre en Valencia ya se dio cumplida cuenta en estas páginas. El viernes realizó el paseíllo también vestido de corto en Sevilla, cortando otra oreja por una faena de más a menos. Por cierto, que en ese festival iba a matar un novillo de Miura Morante de la Puebla. Esta visión «vintage» que el diestro sevillano ha pergeñado esta temporada no ha resultado demasiado acertada. Con una figura poco estilizada, más cercana a Antonio Carmona « Gordito» que a Joselito « El Gallo», el poco acierto en la elección ganadera (muy poco exigente) y la pérdida de peso específico del toreo fundamental en su repertorio hacia el toreo accesorio, su apuesta ciertamente puede considerarse fracasada. El miura reseñado salió inválido y hubo de ser devuelto al corral. Una metáfora del año morantiano, sobre el que ya habrá tiempo reflexionar.

Y tras los festivales, como decíamos, Manzanares afronta esta misma tarde en la capital maña el último capítulo de un año difícil junto al mencionado Padilla y Alejandro Talavante, que viene resentido de su doble comparecencia «in albis» la pasada Feria de Otoño madrileña, la del famoso bombo. La última oreja cortada en Sevilla por San Miguel sin duda habrá hecho mella positiva en la moral del alicantino, aunque cerrar con un triunfo importante en la última feria de plaza de primera supondría un soplo de aliento para afrontar el futuro más cercano. Los toros pertenecerán al hierro de Núñez del Cuvillo, talismán en su carrera.

El otoño que nos anuncia el invierno, a pesar de estos días primaverales. Y que volverá a ser movidito para la fiesta en lo extrataurino, como viene siendo habitual los últimos años. Los políticos actuales, tal y como se viene viendo, son capaces de destruir cualquier asunto que se les ponga por delante. Desde una bandera rojigualda que era de todos y ahora parece de «fachas», hasta un edificio como la Plaza de Toros de Villena, que entre unos y otros están dejando caer en el deterioro. Una infraestructura que costó un dineral (de los contribuyentes, por supuesto) y que debería ser referente en la capital del Alto Vinalopó. Su actual alcalde pertenece al partido Los Verdes, lo que puede llevar a entender esa dejadez a quienes no conozcan el caso con detalle. Llegan algunas imágenes poco edificantes del estado del inmueble, tan primorosamente rehabilitado para su reinauguración en 2011, ayer mismo. Ojalá solo sea una dejadez momentánea fruto de algún olvido puntual. En fin...

La tauromaquia ha caído en la peor de las desgracias y ha acabado siendo arma arrojadiza en la política, punta de lanza y también cortina de humo. ¿Qué habrá después del deseo de abolición taurina? ¿Los objetivos veganos se sumarán uno tras otro? Podemos ha hecho suya la campaña de Pacma, ya sin tapujos ni medias tintas. Por un puñado de votos, claro. Y tras el canelo «democrático» del anuncio de un referéndum. Escalofríos recorren nuestra piel ante el frío que se avecina. Ya lo dejó escrito Miguel Hernández: «El odio se amortigua / detrás de la ventana. / Será la garra suave. / Dejadme la esperanza.»

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats