El Hércules volvió a caer ayer en el Rico Pérez víctima de su falta de pegada ante un equipo recién ascendido como el Atlético Levante de Tevenet, que llegó a Alicante en posición de descenso y noqueó a los de Planagumà con un gol en su primer remate entre los palos de Falcón. Empieza a ser preocupante como síntoma que el líder, que cuenta por victorias sus tres salidas, tenga serios problemas en su propio feudo para materializar su superioridad y cerrar los partidos que merece ganar por juego y ocasiones. Ya le ocurrió hace dos semanas con el Teruel, aunque en aquella ocasión el conjunto alicantino generó más fútbol y oportunidades que ayer.
Apostó de entrada el técnico catalán por premiar el buen partido de Salinas ante el Ebro y le dio entrada por José Juan, así como por el joven Nani en lugar de Adrián Jiménez. Y el equipo respondió en el primer acto. Con más empuje y ardor que juego, el Hércules fue acumulando llegadas con peligro al área del filial «granota». La banda derecha de Juanjo Nieto y Pol Roigé y la hiperactividad de Juli fueron los principales argumentos ofensivos de los alicantinos, que contaron hasta cinco oportunidades de batir al meta rival, pero nadie acertó a rematar. Carlos Martínez sigue ofreciendo buenos movimientos y variantes en el frente de ataque, pero parece ofuscado con la suerte final. Además, el grupo echa en falta el oficio y el olfato de Chechu Flores, un jugador que marca el ritmo atacante y no está reñido con el gol.
Bajó muchos enteros el Hércules tras el descanso. Juli perdió la chispa y se quedó sin depósito y la banda derecha ya no mostró la pujanza del primer acto. Tampoco Diego Benito tuvo la lucidez de otras tardes y el equipo se fue diluyendo con las constantes interrupciones del juego por parte de los rivales, que se pasaron un largo trecho tumbados sobre el césped. Tanto, que el árbitro prolongó siete minutos el partido y los de Planagumà, jaleados por el Rico Pérez, se lanzaron a una carga final a la heroica. Ya con Emaná en el campo, falto de forma y preparación, el duelo terminó como empezó: con una clara ocasión fallada por Juli en el minuto 95 que habría servido, al menos, para evitar otro sonrojo en casa de un líder sin pegada.
