El último choque entre dos municipios de la comarca de L'Alacantí como Mutxamel i Sant Vicent del Raspeig por la gestión de residuos no deja de ser un síntoma de cómo la comarca más poblada de todas las alicantinas necesita de una efectiva y bien dotada herramienta administrativa cuya finalidad precisamente se centre en buscar el entendimiento entre localidades vecinas. Hablo, claro está, de la Mancomunidad de L'Alacantí.

La situación y la queja de Sant Vicent no es de la semana pasada, que es cuando se verbalizó, vienen reiterándose en el tiempo: protesta porque tiene que asumir basura de más de un centenar de viviendas de la urbanización Tossal Redó, ubicada en Mutxamel, ya que el equipo de gobierno de este municipio no dota esta zona de contenedores. Esto provoca que personas que pagan sus impuestos en un pueblo acaben descargando su basura en otro que será el que al final costee un servicio que no le atañe.

Siento decir que el lamento de Sant Vicent no tiene visos de que vaya a solucionarse de forma temprana, al menos aplicando las mismas recetas empleadas hasta ahora. Y explico el porqué. La semana pasada el pleno del Ayuntamiento de Mutxamel aprobó las nuevas condiciones del pliego de la contrata de limpieza, elaborado por el PP. Compromís votó que no al documento, por otro lado casi calcado al anterior. Advirtió de que el mal servicio en urbanizaciones como las del Tossal Redó continuaría así si el equipo de gobierno no aumentaba significativamente el presupuesto de un servicio que ya es claramente ineficiente y establecía un control real sobre la contrata. Con estos mimbres, como dijimos, no se podrá ampliar la plantilla para descongestionar la acumulación de trabajo existente y la contrata seguirá sin poder abarcar la totalidad del espacio municipal. Y Sant Vicent continuará con su queja.

Estas circunstancias que acontecen en Mutxamel -cálculo presupuestario errado o insuficiente, falta de control del pliego de contratación, etcétera- tienen su eco en otros puntos de la comarca. Sin ir más lejos en el municipio de Alicante, en el cual el último informe de los técnicos del área hablaba de estas carencias. Curiosamente, días después de conocer el documento técnico, saltaba el último Barómetro de Satisfacción de los Servicios Públicos para decirnos que nuestra capital comarcal es la ciudad más sucia de España junto a Jerez. Y para ahondar en el problema, nos encontramos con que a raíz de la queja de Sant Vicent, Mutxamel dice que le pasa tres cuartos de lo mismo con Alicante y El Campello.

Estamos, por tanto, ante una coyuntura en la cual cada pueblo de la comarca libra su propia guerra en la gestión de residuos y, en términos generales, comparten los mismos problemas para llegar a zonas urbanas (pedanías, urbanizaciones?) alejadas de los núcleos poblacionales tradicionales. Este tipo de planteamiento urbanístico ofrece una problemática que se resume con una relación de causa y efecto muy simple: a más dispersión de núcleos poblacionales, mayor gasto en servicios.

En este escenario, una herramienta diseñada para compartir servicios como la Mancomunidad de L'Alacantí se presenta como una herramienta idónea para actuar en zonas que, si bien están alejadas de sus núcleos urbanos, están cercanas las unas de las otras. Como concejal de Mutxamel y diputado provincial de L'Alacantí me cuesta comprender la falta de entendimiento en esta cuestión entre unos pueblos que diariamente intercambian habitantes de manera constante, y a distintos niveles administrativos comparten depuradoras, líneas de autobús, vertederos, plazos de fumigación de plagas, etcétera. Esta colaboración o compartición de intereses no ocurre con la basura, pese a que en los estatutos del organismo está contemplada la posibilidad de desarrollar acciones para el tratamiento de residuos sólidos. Es exigible que nos creamos un poco más esa herramienta que es la Mancomunidad, que puede ofrecer una manera de estructurarnos como un núcleo de múltiples puntos con intereses similares. Si no por pura lógica, por intentar hacer algo diferente. Continuar haciendo lo mismo que hasta ahora es solo un modo de continuar con nuestros municipios sucios.