La emoción a flor de piel fue neutralizada por otras dos funciones radicalmente distintas, cerebrales y algo frías pero no por ello menos interesantes; me estoy refiriendo a la conocidísima Un enemigo del pueblo, del noruego Henrik Ibsen, considerado como se sabe el creador del teatro realista moderno (Casa de Muñecas, El pato silvestre, Hedda Gabbler...) y que la compañía Kamikaze ha puesto patas arriba para crear un espectáculo tan curioso como interesante, porque la audacia de su puesta en escena mantiene en todo momento el discurso moral del autor.
El mismo tono distanciador y brechtiano lo tiene Lehman Trilogy, sin duda el gran acontecimiento de la incipiente temporada que agotó todas las localidades de un mes de representaciones; es la historia de los conocidos como Lehman Brothers, desde su llegada a los Estados Unidos en 1845 procedentes de su Alemania natal y que, tras crear un inmenso imperio económico, en el año 2008 anunció su bancarrota desatando la mayor crisis financiera de la historia, cuyos devastadores efectos todavía sufrimos en España. Tres horas de representación y un titánico esfuerzo de seis actores inconmensurable, capaces de representar todos los papeles necesarios para comprender la historia de esta familia judía que desde su llegada a Alabama forjó un imperio inigualable en el mundo occidental. El también actor Sergio Peris Mencheta ha logrado un más difícil todavía tras el endiablado montaje de La cocina de Arnold Wesker, hace dos o tres años. Con este concienzudo trabajo se convierte inevitablemente en un director imprescindible para el presente y futuro del teatro español. Ojalá que podamos ver Lehman Trilogy en Alicante, si es que la siempre maltrecha economía del Teatro Principal lo permite, porque esta compañía sí sale de gira.
La Perla. «Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina por la indiferencia» (José Saramago)
