Casi el 70% de los españoles creen que sería necesario reformar o modificar la Constitución de 1978; y dos tercios de estos creen que habría que hacer una reforma importante o casi total, el resto lo limitan a una pequeña reforma. Eso no quita para que casi la mitad de los españoles estén bastante o muy satisfechos de cómo nos han ido las cosas con esta Constitución. Los temas que habría que reformar son: coordinar las competencias en educación y sanidad, mayor transparencia y control de la actividad política, mejorar la protección de los derechos sociales y regulación de competencias de las comunidades autónomas. De forma contundente, la inmensa mayoría de los españoles coinciden en que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno; aunque más del 70% se muestra insatisfecho con la forma de funcionamiento del Parlamento español. La razón es «porque prestan demasiada atención a problemas de poca importancia». Son datos de la encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) de septiembre.

Los problemas más relevantes «que tiene España» son, por orden: el paro, la corrupción y el fraude, los de carácter económico, los partidos políticos, la inmigración y la independencia de Cataluña. Le siguen sanidad, educación, calidad en el empleo y en general los de índole social. Los problemas que «personalmente» afectan más a los españoles son: el paro, los de índole económica, las pensiones, la sanidad, la calidad en el empleo, corrupción y fraude, educación, inmigración, y en décimo lugar la independencia de Cataluña. Estos dos suben tanto «en España» como en quienes se sienten afectados «personalmente».

Uno de cada tres españoles piensa que la gestión del Gobierno es mala o muy mala. Esta proporción es ligeramente inferior a la del anterior sondeo, como también se ha reducido los que piensan que la gestión es buena o muy buena y unos y otros han pasado a engrosar las que califican la gestión de regular. En todo caso es una valoración más positiva que la que se hacía al Gobierno de Rajoy y mejor que las respuestas a las nuevas preguntas de «¿considera que el PP, Ciudadanos, Podemos lo haría mejor, igual o peor?».

Esta encuesta del CIS se actualiza en varios aspectos: 1º. Volverá a publicarse mensualmente la intención y la estimación de voto, como se hacía antes del Gobierno Aznar. 2º. Aumenta la muestra, lo que reduce el margen de error al +/-1,8% -y no necesariamente tiene que ser más caro, si la metodología se varía ligeramente-. 3º. Se introducen nuevos temas, entre otros, la posible reforma constitucional. 4º. La valoración personal se reduce a los líderes de los partidos y se eliminan los ministros. 5º. Por último, se explica la metodología -la «cocina»- para estimar la intención de voto, y en esa estimación desaparece el voto en blanco que en alguna ocasión se había «inflado» en la cocina, para no asignar esos votos a ningún partido; ahora al incluir solamente los votos a partidos la asignación de escaños probable, se ajusta más.

Alguna parlamentaria, y algún colega que, dicho sea de paso, se dedica a las prospecciones, han descalificado los dos últimos sondeos del CIS y a su director José Félix Tezanos, y a Antonio Alaminos. Técnicamente es injustificable, y solo se entiende desde el desconocimiento, en un caso, o desde los intereses empresariales heridos con el aumento de la frecuencia en los pronósticos electorales, incluso por haber visto equivocados sus pronósticos. Y quizá sus recomendaciones.

Ya se ha dicho que el sondeo da una victoria clara, tanto en voto directo como en estimación, al PSOE y cinco puntos de ventaja al voto de izquierdas sobre el 41,8 que obtendría la derecha (PP, Cs y VOX); el resto es voto nacionalista de las comunidades y regiones. El personal sigue situándose en el centro izquierda, en esta ocasión unas décimas más hacia el centro; pero las posturas radicales del PP y Ciudadanos, creo mal aconsejados, han hecho aparecer a un tercer partido de derechas: VOX. Los radicalismos, en mi opinión, benefician directamente a este partido, implicado en «El Movimiento» de Steve Bannon, y les restarán votos que pueden serles decisivos, sobre todo en Madrid, Barcelona, y quizá alguna capital castellana. También los discursos animalistas de Podemos a quien más están favoreciendo es al PACMA. La derecha pierde intención de voto y aumentan las opciones de derechas. En el anterior sondeo sugeríamos ir al rincón de pensar. Pues eso.