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José Emilio Munera

¿Cuarto poder?

J. E. Munera

Mala estrella y poco gol

El rutilante líder Hércules chocó ayer con su mala estrella y su falta de gol. A la búsqueda de la quinta victoria consecutiva, el conjunto alicantino encajó el 0-1 casi en la caseta, en el minuto 4 y en el primer remate a puerta de un notable Teruel, equipo bien ordenado, competitivo, de pierna fuerte y con un puñado de jugadores muy interesantes. Reaccionaron bien los blanquiazules a la contrariedad del tempranero tanto visitante, pero también se estrellaron con su poca pegada. Pólvora mojada de principio a fin, el Hércules puso mucho orgullo y juego a ráfagas, pero más que suficiente para crear media docena de oportunidades muy claras con las que haber remontado el marcador.

El Teruel, sacó dos balones bajo palos, Carlos Fernández se topó con el travesaño y Pol Roigé, que ayer dejó grandes destellos de fino interior, desaprovechó dos acciones cara a cara con Valera, el meta visitante. En el colmo del infortunio blanquiazul, el segundo del Teruel y la sentencia llegó en un lanzamiento de falta en el que el balón se coló por el centro de la barrera y descolocó por completo a Falcón. Corría ya el minuto 77 y para entonces el grupo de Planagumà había hecho méritos más que de sobra para ir por delante en el partido, pero ya sabemos de sobra en este último cuatrienio negro cuánto le penaliza a este equipo la falta de puntería. Para completar el mal fario hubo un tercer revés en forma de lesión, la de Chechu Flores en el minuto 25, ahora que el punta jiennense se encontraba en un buen momento de forma...

Sin embargo, no se descompuso el equipo ante la adversidad. Juli entró en escena y agitó el juego local, que se volcó por la banda derecha, donde la pareja Juanjo Nieto-Pol Roigé estuvo muy incisiva y participativa. Bastante más que el flanco izquierdo, en el que Adrián Jiménez no hizo olvidar al canterano Nani y José Fran estuvo varios puntos por debajo de su nivel habitual esta temporada. Con un magnífico ambiente en las gradas, que no cesaron de alentar hasta el final, Planagumà también se jugó la carta ofensiva para dar entrada a Carlos Fernández en lugar del mediocentro defensivo Fran Miranda. Pero tampoco surtió efecto. El Hércules siguió llegando con mucho peligro para malgastar, una tras otra, todas sus opciones. No es mal de altura lo que le aqueja. Es mala estrella y, sobre todo, falta de gol.

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