Hace unos días, un miembro de mi tertulia matinal sacó a colación la situación en que se encuentran distintos edificios oriolanos, otrora productivos y eficaces, que ahora se encontraban cerrados y por consiguiente en continuo deterioro, por lo que el estado de ellos se sitúa muy próximo a la ruina y o al abandono.

Sobre el primero, el palacio de Rubalcava, de propiedad municipal, es evidente que está muy cerca de que una lluvia más que probable de la gota fría, acabe produciendo daños irreversibles y de funestas consecuencias. El otro es el antiguo asilo de ancianos en la Calle Tormo de Haro, cuyo cierre definitivo y sin actividad desde hace ya muchos años, acabe en una situación parecida al anterior. Es claro que en el Asilo, que es propiedad de una orden religiosa, cabría la posibilidad de en un buen entendimiento, entre la propiedad y el municipio se realizaran actividades, que estoy seguro aliviarían el alto nivel de alquileres que hoy se pagan y aumentarían los servicios del área, social y recreativa, a poco que los ediles y asesores pensantes de nuestro consistorio, pusieran sus codos sobre la mesa y buscaran al menos en este segundo caso, las ideas positivas de las que Orihuela aun carece y después de ponerse de acuerdo con la propiedad, elaboraran un plan socio-cultural moderno de la categoría que merece Nuestra Ciudad. El contertulio del que les hablo al principio de mi escrito, me consta que ya lo propuso como idea a nuestro alcalde, perdonen amables lectores si no divulgo su nombre, aunque les aseguro que esta persona es un oriolano preeminente y con mucho sentido social y cultural, si yo le nombrara, podría ser apartado de la agenda municipal y ya no sería recibido por nuestra primera autoridad, como nos pasa a otros que lo hemos intentado, dándole algunas ideas, parecidas a estas y que estamos relegados y apartados de dicha agenda.

Como en este caso la idea no es mía, pero es buena, me permito hacerla pública, aunque como es de lógico, con las reservas especificadas.