La ultraderecha ya tiene candidato para las próximas elecciones europeas. Ya ha empezado la campaña Viktor Orbán, presentó sus avales el pasado miércoles en el Parlamento Europeo. Formalmente lo que se discutía era si el procedimiento iniciado para aplicar al país magiar las sanciones previstas en el artículo 7 de los tratados de la Unión Europea: suspender a Hungría los derechos de voto a propuesta del Parlamento Europeo. Viktor Orbán, primer ministro húngaro, había solicitado intervenir ante el Parlamento. Durante todo el debate, previo a la votación, mantuvo su tono desafiante defendiendo su actuación contraria a los valores europeos de los que se le acusaba y que confirmó el resultado de la votación.

El informe de la eurodiputada holandesa de Los Verdes, Judith Sargentini, propone evitar o en su caso corregir los riesgos de violación de los valores europeos. Son muchos los aspectos en que el gobierno húngaro ha violentado el funcionamiento de su sistema constitucional y electoral, la independencia del poder judicial, la corrupción y la presión ejercida sobre los medios de comunicación, sobre las ONG internacionales que operan en el país, y también sobre la Universidad Central Europea que el húngaro George Soros ha intentado fundar en su país de origen; a ello hay que sumar la preocupación por el trato a los inmigrantes y a los solicitantes de asilo incluso a minorías en la población húngara como los gitanos y judíos. Algunas de estas presuntas violaciones tienen denuncia presentada en el Tribunal de Justicia de la Unión. El resultado de la votación, tras dar libertad de voto a sus representantes el Partido Popular Europeo, fue de 448 votos a favor del dictamen de la eurodiputada, 197 en contra y 48 abstenciones, con lo que resultó aprobado por una mayoría superior a los dos tercios lo que pone en marcha el procedimiento del artículo 7 que, al final, significa retirar a Hungría el derecho de voto. Ahora, el Consejo Europeo de Ministros tendrá que poner en marcha ese mecanismo. Ahí la mayoría que se requiere son los 4/5 o sea, 22 de los 27 Estados de la Unión. Orbán contará con el apoyo de Polonia -la Comisión ha iniciado un proceso similar contra el régimen de Kaczynski-, y probablemente de los otros países de Visegrado -Chequia y Eslovaquia-.

El primer ministro húngaro se enfrentará a la primera prueba de fuego la semana que viene en Salzburgo, donde el Partido Popular Europeo, al que todavía pertenece, celebra una reunión al máximo nivel. Orbán tendrá pocos aliados en una reunión que incluye a la canciller alemana, Angela Merkel, al presidente de la Comisión, Jean- Claude Juncker, y al del Consejo Europeo, Donald Tusk, pero puede abandonarlo aprovechando su intervención en el Parlamento para presentarse como el candidato de la extrema derecha europea: Le Pen, Matteo Salvini, Alternativa por Alemania, los ya citados de Visegrado y en general todos los que pertenecen a «El Movimiento» que está poniendo en marcha en Europa Steve Bannon, exconsejero del presidente norteamericano Donald Trump ( El Movimiento, de vuelta; INFORMACIÓN, 10-VIII-2018). Curiosamente, a la sesión del Parlamento asistió invitada una delegación de VOX, el partido español de extrema derecha con su presidente.

Hungría y Polonia han partido al Grupo Popular Europeo y pueden provocar fácilmente una escisión con vistas a las elecciones europeas de primavera dentro de la estrategia de Trump-Bannon que se basa en utilizar todo el argumentario contra inmigrantes, refugiados y minorías étnico religiosas, y criticar a la «burocracia» de Bruselas con el objetivo de paralizar la Comisión y la Unión Europea. Cuesta entender cómo se sitúa el PP español: tras la libertad de voto en el Eurogrupo popular, los eurodiputados españoles del PP recibieron la orden de abstenerse, aunque algunos habían manifestado decisión de votar a favor. El resultado fue que ocho siguieron la orden de abstenerse; cinco no participaron en la votación y tres votaron en contra del informe del parlamento europeo -a favor de Orbán-, entre otros Carlos Iturgáiz, el que fuera presidente del Partido Popular Vasco. Hay que recordar que Viktor Orbán entró en el Partido Popular Europeo avalado y apadrinado por José María Aznar. La división en el grupo parlamentario español trasluce la misma que se produjo en las primarias del PP y ante el fraccionamiento del grupo europeo tendrá que posicionarse. O va a seguir acariciando los oídos de la extrema derecha.