El próximo día 10 de septiembre empezará el curso escolar en la Comunitat Valenciana. Un momento importante para miles de niños y niñas que iniciarán las clases, muchos con ilusión y con ganas, en un espacio como el escolar, donde se comparten vivencias, experienicas, tiempo, formación e ilusiones. Comenzar el curso es un cambio de rutina, después del verano, y el reencuentro con los compañeros de clase y los profesores se realiza con mucha expectación.

Para muchos niños la vuelta al cole no es un momento de felicidad. No todos quieren volver al colegio. Algunos, los que sufren o han sufrido algún tipo de acoso escolar ven este momento con mucho temor, miedo e incluso cuadros de depresión. Miedo a volver a ser objeto de burlas y rechazo, de insultos, acoso, persecución, violencia o maltrato hacen que este momento sea un verdadero infierno y las aulas un lugar de exclusión donde no se sienten ni protegidos ni respetados. Para que el acoso se produzca tiene que haber uno o varios agresores, una víctima y por supuesto, los testigos mudos que consienten y no denuncian lo que ven ni hacen nada por evitarlo.

Crear espacios libres de odio y rechazo es una responsabilidad de toda la comunidad educativa, incluidas las familias. Y dar protección y seguridad a los menores una obligación. Cuando el acoso escolar se sufre por motivos de orientación sexual o identidad o expresión de género, es decir, por ser o parecer gay o lesbiana, por ser bisexual, intersexual o trans la víctima no tiene referentes en los que apoyarse. Al producirse un enorme sentimiento de vergüenza en la víctima hace más difícil que se visibilice y recurra a un adulto en la búsqueda de apoyo. Con las redes sociales, además, el acoso se extiende a ámbitos más seguros, como el hogar, ya que no se puede escapar de la persecución que hace el agresor a través de medios telemáticos como internet y los teléfonos móviles.

Dado que el acoso escolar LGTBIfóbico tiene componentes específicos que lo hacen más complejo pedimos que los ayuntamientos aprueben programas específicos de formación de docentes para la prevención y erradicación del acoso escolar. Y por desgracia, en Alicante, seguimos a la cola en la aprobación de estos programas, ni con el tripartito en tres años, ni ahora con el Partido Popular, el acoso escolar LGTBIfóbico ha estado entre las preocupaciones de nuestros representantes. Son los testigos mudos que permiten que ocurra.