aspe ha cerrado la conmemoración del VI Centenario de la aparición de la Virgen de las Nieves y también del 40 aniversario de las Fiestas de Moros y Cristianos. De estas últimas tuve el privilegio de ser su pregonero en una noche llena de recuerdos y emociones donde procuré estar a la altura del acto, mientras esa misma noche el recinto anexo al pabellón municipal empezaba a funcionar como Barraca Popular. Fue el preludio de siete días de conciertos en este recinto y en el Auditorio Alfredo Kraus, también en barrios y calles que habían obtenido premio por haberlas engalanado.

Las Fiestas de Moros y Cristianos, integradas en las patronales, se desarrollaron con gran brillantez, y dieron comienzo el día 7 de agosto, con la entrada de bandas de música, retreta, desfile y Embajada Infantil, Entrada Mora y Desfile en la Residencia de Ancianos. El gran espectáculo en el que se ha convertido la Embajada y la Entrada Cristiana pusieron la guinda a estas fiestas especiales del VI Centenario y de su 40 Aniversario.

Pero lo más importante para los aspenses son los actos donde la única protagonista es la Virgen de las Nieves, la venerada patrona en cuyo honor se celebran unos actos cargados de historia y devoción. Festejos que se iniciaron el 3 de agosto, día en el que la Imagen hizo su entrada triunfal en Aspe acompañada por el cardenal Santos Abril Castelló, presidente de la Banca Vaticana; Manuel Sánchez Monje, obispo de Santander; el rector de la Basílica, Fernando Navarro, y otros 30 sacerdotes. Por su parte, el obispo de Callao (Perú) llegaría un día después de unos actos en honor a la patrona de Aspe que fueron multitudinarios. A los pies de su altar cantaron sopranos y barítonos, el Grupo Alboroque le dedicó sus cantos y bailes; hubo concierto de Plegarias a la Virgen por parte de la Agrupación Musical Virgen de las Nieves y serenata por el Orfeón Aspense. En fin, enumerar todo lo desarrollado en la Basílica es tarea imposible.

Las salidas extraordinarias de la Virgen de las Nieves con motivo del VI Centenario de su aparición o hallazgo fueron tres. La primera el día 9 en el que marca la tradición que la Virgen llegó a estas tierras para ser la patrona de Aspe y Hondón. Entonces nuestro pueblo vecino era pedanía de Aspe, hasta que después de un largo proceso (1746-1856) se segregó. Y por este motivo Aspe celebra sus fiestas los años pares y Hondón los impares.

El día 9 de agosto la imagen fue trasladada de la Basílica a la avenida de la Constitución para una multitudinaria Eucaristía, que fue oficiada por el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui Soriano, acompañado por el rector de la Basílica y 15 sacerdotes. Una liturgia muy cuidada donde estaban las alcaldesas y autoridades de ambos pueblos, delegaciones de las parroquias de Aspe y Hondón, y una amplia representación de la Unión de Moros y Cristianos que ofreció, por medio de su presiente Francisco Vives, el emblema en oro de la Unión a su patrona. Por su parte las alcaldesas María José Villa y Raquel Asencio, éstas en nombre de sus Corporaciones y pueblos, entregaron a la Virgen una medalla conmemorativa del VI Centenario. Dos obsequios que fueron recogidos por el obispo.

La segunda salida extraordinaria de la Virgen de las Nieves, tuvo lugar el 16 de agosto. A las 8 horas la imagen abandonaba la Basílica en medio de una piña de personas que se disputaban por portarla sobre sus hombros, mientras las campanas se echaban al vuelo anunciando el acontecimiento. Un recorrido por calles y barrios hasta la llegada a la parroquia de Buen Pastor, donde fue recibida con todos los honores y donde permaneció hasta las 22 horas. Momento en el que regresó a la Basílica llegando al filo de la medianoche tras recorrer, de nuevo, calles y barrios arropada por una multitud.