Hace nueve días se declaraba que el paseo de As Avenidas no estaba en condiciones de celebrar el festival O Marisquiño. Ahora el ayuntamiento culpabiliza a la Autoridad Portuaria y esta última, al ayuntamiento. En política «nadie» tiene la culpa. Los que no la tienen son los más de 300 damnificados que asistían al concierto de Rels B en el momento de la tragedia. Lo único cierto es que podría haberse evitado.

En muchos medios se ha podido leer aquello de losetas rotas y maderas en punta destrozadas, sin embargo, estas deficiencias pueden ocasionar daños menores a viandantes como cortes y caídas pero en ningún caso el colapso de la estructura. Entonces, ¿por qué se vino abajo?

Sin haber visitado el lugar de los hechos, el primer posible fallo estructural es debido a la corrosión de las armaduras de acero. El hormigón armado lleva embebidas barras de acero para soportar los efectos de tracción, ya que, el hormigón en masa (sin acero) por sí solo puede soportar las compresiones pero no las tracciones.

La instrucción de hormigón estructural EHE 08 en su artículo 8.2 define clases generales de exposición, en este caso, una clase de exposición IIIa, ya que la estructura estaba en contacto con un ambiente marino y con presencia de cloruros que atacan químicamente al acero.

El cloruro de sodio (NaCl), más conocido como sal común, está presente en el agua del mar, participando en el deterioro de las armaduras. El acero se encuentra dentro del hormigón. Los cloruros, pueden llegar a él a través de los microporos o «coqueras», como se denominan en el argot ingenieril, presentes en las piezas de hormigón. Este acceso de los cloruros puede retardarse mediante el recubrimiento del hormigón. Según la clase de exposición y la vida útil del proyecto, habrá que dotar a la pieza de más o menos recubrimiento tal y como indica la EHE en su artículo 37.

La corrosión es un proceso químico espontáneo que disminuye la sección y por tanto se pierde resistencia. Esto conlleva que la estructura soporte cada vez menos carga. El acero al ser corroído aumenta su volumen lo que hace que los recubrimientos se fisuren y las armaduras queden más expuestas a la corrosión, por lo que es un proceso que se acelera según va pasando el tiempo.

El segundo fallo que se podría haber dado en la rúa As Avenidas de Vigo está relacionado con las acciones definidas sobre la estructura en fase de proyecto. Una correcta definición de las acciones llevará la estructura a «buen puerto», nunca mejor dicho. En este caso probablemente las acciones no estaban definidas para soportar aglomeraciones como, en este caso, un concierto. Cabe destacar que la normativa obliga a tener unos factores de mayoración de cargas y factores de minoración de resistencia por lo que en ingeniería se diseña con unos márgenes de seguridad considerables.

Desde el punto de vista del autor que escribe estas líneas, la combinación de los dos posibles fallos explicados podría ser lo que ha ocasionado el colapso de la estructura. En ingeniería es igual de importante el mantenimiento como el dimensionamiento.

A nivel provincial, cabe destacar, como trabajos de mantenimiento los realizados en el puente Fernando Reig de Alcoy, donde en los últimos meses se ha procedido a sustituir todos los tirantes que presentaban síntomas de corrosión según el informe del Ministerio de Fomento en 2015.

De no llevar a cabo estás reparaciones quién sabe si estaríamos hablando de otra tragedia como la sucedida en el puente Morandi de Génova que ha costado la vida a 39 personas, por el momento. Aquí se necesitaría un estudio mucho más profundo para dictaminar los posibles fallos.

Un aspecto a «denunciar», es el sistema de adjudicación de obras, donde las empresas constructoras pueden pujar por debajo del presupuesto del proyecto, esto, a largo plazo implica que la calidad y cantidad de materiales no sea óptima ya que esta bajada en la puja para conseguir realizar la obra hay que compensarla de alguna manera para que estos trabajos sean rentables a la empresa.

En ingeniería con la economía no se juega.