Ya «lo dise» el refranero español: ¡Cuándo las barbas de tu «vesino» veas quemar, pon las tuyas a remojar!. Hay otro «chascarrillo» que, particularmente, «utiliso en ves en cuando»: ¡A enemigo que huye puente de plata!. Pero el que más ilusión me hace en este momento, sobre todo después de que Pablo Casado ganase «las primarias» del PP, es ese que asegura que «las ratas son las primeras en saltar del barco», porque -recupero lo que dijo Groucho Marx- «estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros». Esto vendría a ser, más o menos, lo que una vez le escuché a mi amigo y ex compañero Pedro Martínez, «íbamos a ganar los de derechas, pero hemos ganao los de izquierdas», para, a continuación, rematar: «después de lo que ha pasao, me voy a volver maleducao; coño». ¡Pues eso es lo que digo yo!.

Acostumbro a leer el periódico -¡si es posible, varios!- todos los días. El día después (nada que ver con el «pograma» deportivo de una cadena privada de televisión de pago que se llama igual y que presenta un pavo inglés que está «empeñao» en enseñarnos a hablar español, aunque él lleva «tropecientos» años viviendo en España y no tiene ni puñetera idea, como los fallecidos Franz Joham o Herta Frankel, la de la perrita Marilin, que eran polacos y no daban una). Pues ese día leí un titular, «con letras de molde», como decía el también fallecido Enrique Mateos, ex jugador del Real Madrid y ex entrenador del Orihuela Deportiva, que aseguraba que «La victoria de Casado abre un cisma en el PP provincial a puertas de las elecciones». ¡»Vamor» a ver!. ¿No dijeron los «peperos» que lo que pretendían con su Congreso Extraordinario, además de «enterrar políticamente» a Rajoy, era «limar asperesas», «arrejuntarse» y poner en marcha una hoja de ruta para ganar las «munisipales, autonómicas y nasionales»?. Sin embargo, según se desprende del titular, ¡están más peleaos que los hutus y los tutsis!. ¡La madre que me parió!.

Sigo leyendo -¡os prometo por el Botones Sacarino que no soy masoca!- y veo que «los seguidores del nuevo líder popular ven su claro triunfo como una oportunidad para tutelar a un debilitado Ciscar y al tocado equipo de Bonig de cara a las listas de 2019 y empezar a preparar su renovación». ¡Empiesa la fiesta! ¿Bailamos María? Y yo, que soy un cabroncete, me pregunto, ¿será para «tutelar» o para «putear» al indolente Pepe Ciscar y a la troupe de Isabelita Bonig, con la oriolana «sambartolomera» Eva Ortiz incluida? Me ha gustado -¡al revés lo digo para que me entendáis!- que «afloren» mogollón de fotos en las redes sosiales, «fardando y presumiendo» de una amistad inquebrantable y de muchos años, con el nuevo presidente «pepero», alumno aventajado de Aznar. Hay quien asegura, incluso, tener el compromiso de que Pablete vendrá a Orihuela, «porque me lo prometiste».

Lo que si es cierto -¡fui testigo de ello!- es que mi amigo Jorge Saorín -a quien algunos llaman «pequeño Nicolás oriolano»- «sí mantiene relaciones» con Casado, pero sin mariconadas. Su jefe, estando yo delante, le llamó para consultarle una historia que no viene a cuento referir, porque a nadie le importa, ni siquiera a mí. Llegado este punto, ¡me asalta una duda!. ¿A quién apoyarían los Bascuñana, Dámaso, Sironi? en el cónclave «gaviotero»? ¿A Casado o a Santamaría? Me gustaría saberlo porque, recordad lo de Groucho Marx, que, en «vegabajero», sería «cómo no soy río me vuelvo cuando quiero». ¡Chúpate esa, baronesa! ¡Hombre, es verdad que vi en la tele a Bascuñana casi soplándole en el cogote a Casado, en una de sus visitas a Alicante, junto con Pablo Ruz, el jefe de los «conservadores» ilicitanos.

De todas formas, no sé quién coño me aseguró que Emilio le había puesto velas a la Virgen de Monserrate para que ganase «la chica», porque así «casi se aseguraba» la nominación para «repetir como candidato» al despacho principal del palacete de la Esquina del Pavo, aunque hay quien me asegura que no lo salva ni la Macarena de Los del Río, como a su nuevo líder con los «másteres» de la URJC; ¡anda, como Cifuentes!

Hablando de «prinsipios» que se cambian en función del «carguico» o «cargaso» que se tenga y a las pruebas me remito. Me preocupa que doña Montón, a saber ministra de Sanidad en el gobierno de Pedro I -otro que, como tampoco es río, «seja patrás» y «utilisa aviones» que pagamos nosotros para «sus cosicas», como por ejemplo ir al FIB de Benicàssim, cuando antes lo pagaba de su bolsillo- haya «anulao», siendo ministra, lo que impulsó como consellera de Quino I de Morella, «las biopsias rápidas para detectar el cáncer de mama» que se hacían en hospitales públicos, con gestión privada, y que permitían saber los resultados en pocos minutos. Las malas lenguas aseguran que la Consellería de Sanidad, bajo su mandato, desviaba pacientes al Hospital Imed, de Torrellano, que pertenece a la empresa Hospimar 2000 SL, la misma que, presuntamente, financió al PSPV. Me preocupa que una «ministra sosiata» justifique el «viaje de Sánchez» o que se «aigan gastao» 15.000 euros del erario público «en chicas de moral distraída» en Andalucía. ¡Haz lo que yo diga; no lo que yo haga!. ¡Por nadie que pase!