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Desde mi terraza

Nimiedades veraniegas

El verano es época propicia para ir al cine. Teóricamente es el lugar ideal para refugiarse de ese calor pegajoso propio de estas tierras y éstas épocas; sería el lugar ideal, digo, si no fuera porque la mayoría de las salas son auténticos frigoríficos, por lo que conviene adentrarse en la oscuridad pertrechado de un jersey o una bufanda ligera que proteja la garganta, parte del cuerpo donde anidan los resfriados. Prefiero el calor del verano al frío invernal, y me cuesta entender a quienes proclaman felices aquello de «Qué gusto, tengo que dormir con una mantita?» Tengo amigos que pasan el verano en el «Temido norte», con temperaturas impropias de esta época y lluvia casi a diario; no les entiendo, pero para gustos los colores. Pero volvamos al tema del cine; esta semana he intentado ponerme al día y conseguí ver tres películas en tres días?pero miren mi peripecia. El sábado fui a los cines Aana en el centro de Alicante para comprar un bono de diez sesiones y me encontré con la taquilla cerrada, había que comprarlo en el interior, en el bar; el portero, operador y acomodador (todo en uno) me indica que la persona que vende las entradas y atiende el bar había salido a recoger su cena y tardaría media hora en volver. Volví al día siguiente y mi gestión se resolvió con éxito; me dirigí al cine Navas, de la misma empresa, dispuesto a ver Mamma mía, una y otra vez, que era la que más me apetecía; el taquillero-barman-portero me dice que el aire acondicionado se había averiado, que entrara a la sala para comprobar si sería capaz de aguantar las dos horas de proyección: comprobación y huida fue una acción inmediata, por lo que dirigí mis pasos de nuevo a los Aana, donde tras hacer cola porque el barman-portero-acomodador vendía palomitas y botellines de agua al tiempo que expedía las entradas, no tuve más remedio que solicitar la benevolencia de los que me precedían en la cola porque mi película, Mary Shelley, estaba empezando. Y me resulta inexplicable que la empresa propietaria de las dos salas citadas, probablemente con la mejor selección de películas de la ciudad, haya reducido personal hasta convertirlas en cines de pueblo (con perdón para los pueblos) en los que hay que llevarse la silla para sentarse. Todo llegará, pero la imagen que se ofrece al público con esa austeridad de personal es deplorable e impropia de cualquier cine de una ciudad como Alicante. Un día más tarde por fin pude ver Mamma mía, y debo decir que me hizo olvidar la peripecia de los días anteriores. Los nueve espectadores contados me hicieron comprender, que no justificar, los recortes de personal a que me referí anteriormente. Disfruté con esa peli alocada, aunque debo advertir a los posibles interesados que no verán una obra maestra, ni mucho menos, pero al menos no pretende engañar a nadie; Mamma mía la secuela del original de hace diez años es un divertimento y no pretende otra cosa. El acierto del director contando con los mismos actores de la original, sin esconder que el tiempo pasa para todos, y diez años más son diez años más también para Pierce Brosman ó Colin Firth, es señal de inteligencia. La película es brillante, y aunque el ritmo decae en algún momento retoma de inmediato su acción trepidante, quien disfrute con los bailes y la coreografía disfrutará aquí doblemente porque ambos son magníficos. Y vale la pena ver la película aunque solo sea por los escasos quince minutos de la aparición de la totalmente reconstruida Cher, una bomba! La incorporación al reparto de Cher y de Andy García es un verdadero acierto. En resumen, una película veraniega que cumple con su cometido de hacer pasar un rato estupendo. Lástima que la visión de Happy end, que firma el complicado Michael Haneke, arruinó un poco mi maratón cinematográfico porque mi cuerpo no me pide en estos momentos un cine intelectual y amargo, por mucha calidad que tenga, y seguramente la tiene. A falta de teatro, vayan al cine este largo y cálido verano.

La Perla. «Mi vida entera fue mirar hacia adelante. Atrás no es mi jurisdicción» (Ricardo Darín, actor argentino)

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