Las ciudades que sitúan entre sus objetivos principales la aspiración de aumentar la calidad de vida y la prosperidad de sus habitantes, necesitan tener una estrategia colectiva, un modelo de ciudad que oriente las principales decisiones de la Administración Pública y de los propios agentes privados.

Elche tiene un rumbo claro: trabajar para armar una candidatura sólida y solvente a la Capitalidad Verde Europea 2030. Ser Capital Verde Europea no es un galardón para exhibir en la página web municipal, es trabajar para construir juntos la ciudad en la que nos gustaría vivir a todos y todas y es convertir la sostenibilidad económica, social y ambiental en el eje vertebrador de nuestro desarrollo presente y futuro.

El impulso de esta candidatura significa entre otras cosas pacto social y consenso político en torno al modelo y al objetivo; representa que la sociedad ilicitana está comprometida con sus instituciones para sumar esfuerzos con el fin de apuntalar este objetivo colectivo. Y que esta aspiración es compartida por todos los actores políticos precisamente porque la sociedad civil, la inmensa mayoría de los ilicitanos, están dispuestos a avanzar en esta dirección.

Trabajar para conseguir la Capitalidad Verde Europea supone impulsar una profunda transformación urbana, un cambio estructural en el que todas las grandes decisiones en el ámbito público vayan orientadas hacia la sostenibilidad. Entre otras, el nuevo Plan General; la inminente contrata de limpieza; la modernización de la planta de basuras; la protección del litoral; la rehabilitación de espacios públicos y de los barrios degradados; la regeneración integral del río Vinalopó y la conservación del palmeral; la preservación de nuestra valiosa y singular infraestructura verde (el Palmeral, el Clot, el Hondo, la Pinada de La Marina, el Pantano, el Fondet de la Senieta, el Cordón Dunar de El Altet o las Salinas); y desde luego, la potenciación del Camp d'Elx como sector económico estratégico y espacio de alto valor natural y cultural.

Por supuesto, también las grandes decisiones vinculadas al desarrollo económico y a la creación de empleo, como la ampliación de Elche Parque Empresarial en unos 600.000 metros cuadrados por vía urgente; la creación del Campus Tecnológico; la construcción del Centro Internacional de Diseño y Moda del Calzado; la estrategia para favorecer la reindustrialización de la ciudad y para liderar la industria del calzado o la apuesta por el turismo y por revitalizar el comercio urbano de calidad, han de estar impregnadas de los criterios y valores vinculados a la sostenibilidad económica, social y ambiental.

La Capitalidad Verde Europea, del mismo modo, contribuirá a favorecer también el cambio de modelo productivo y a apostar por la transformación hacia la ecoinnovación, la creatividad y la digitalización, cuyos objetivos han de ser el crecimiento económico, el empleo de calidad, el aprovechamiento eficiente y responsable de los recursos y la protección del medio ambiente.

Asimismo, como tuve la oportunidad de indicar en el acto público de presentación del Plan Estratégico Elx2030, en el desarrollo de este plan colectivo tenemos que ser capaces de implicar a los ciudadanos, a las empresas, a los particulares y a la sociedad civil e impregnarles a todos de la dinámica de la sostenibilidad y del espíritu de la Capital Verde Europea, porque éste no es un objetivo que dependa única y exclusivamente de la acción de las instituciones.

Tenemos que ser conscientes de que nuestro comportamiento individual es determinante, ya que nuestra responsabilidad está presente en multitud de decisiones y acciones de nuestra vida cotidiana, algunas tan triviales como la erradicación de los plásticos, el uso de transportes no contaminantes, la utilización racional del agua, el avance hacia el vehículo eléctrico, el respeto y cuidado de nuestros recursos naturales o la lucha contra el llamado «monstruo de las cloacas» (toallitas, bastoncillos y compresas).

Pero, ante todo, trabajar para conseguir la Capitalidad Verde Europea en 2030 significa poner como objetivo colectivo del municipio la calidad de vida, el bienestar y la prosperidad de la mayoría. Porque la aspiración de ser «European Green Capital», realmente conlleva trabajar para que nadie se quede atrás, para corregir los desequilibrios que todavía padece nuestra ciudad y los distintos barrios y pedanías, favoreciendo así una mayor cohesión social y territorial. O lo que es lo mismo, es trabajar para construir una ciudad moderna, abierta, dinámica y multicultural, pero sobre todo una ciudad humana en la que las personas, su calidad de vida, la equidad, su dignidad, su prosperidad y su felicidad sean lo realmente importante.

Por otra parte, estoy convencido de que esta ciudad tiene recursos excepcionales que nos identifican y que nos hacen diferentes, singulares y únicos y que nos sitúan en un buen punto de partida. Y lo que es más importante, me consta que estamos dispuestos a provocar juntos ese gran cambio estructural y esa apuesta por la sostenibilidad que nos convierta en un ejemplo de desarrollo sostenible, de transformación urbana para las ciudades medias españolas y europeas, un referente europeo de sostenibilidad.

Por ello, del mismo modo que hace unos años fuimos capaces de conseguir que la Universidad viniera a Elche, que el regreso temporal de la Dama fuese una realidad y que la Unesco declarara Patrimonio de la Humanidad al Palmeral y al Misteri, este pueblo de trabajadores y trabajadoras infatigables logrará unido ser Capital Verde Europea.