Lunes

EL FACTOR HUMANO

La final de ayer sugiere algunas reflexiones sobre el VAR. Una de sus consecuencias es que las ancestrales triquiñuelas dentro del área abarrotada pueden ser sancionadas tras el chivatazo, lo que convierte cualquier córner o falta próxima en una probable oportunidad de gol ya que los defensores reprimen sus hábitos marrulleros. Inevitablemente, esto conducirá a que el ámbito de las jugadas revisables se amplíe hasta comprobar, por ejemplo, si Griezmann fingió en la falta que dio origen al primer gol o Colombia accedió a la prórroga contra Inglaterra gracias a un córner inexistente. Todo esto sólo es un refinamiento lógico del sistema. El problema eterno, con o sin VAR, es que un penalty cometido en el área del poderoso sigue siendo menos penalty que otro idéntico cometido en la del equipo humilde. A despecho de los esfuerzos tecnológicos, la decisión última todavía está amenazada por un criterio desigual de apreciación, ocasionalmente fruto de la demencia transitoria del árbitro pero más frecuentemente de su falta de integridad. Vuelven los adagios: un córner es medio gol y es preferible un juez honesto a una ley justa.

martes

PASADO IMPERFECTO

Algunas noticias me recuerdan a aquel tipo a quien preguntaron por algún nombre de varón terminado en «a» y contestó con un gesto perspicaz: Osama, Calígula y Rafa. Leo que una asociación que defiende que Colón era catalán y que salió rumbo a América del Bajo Ampurdán dará dos charlas en Salamanca asegurando que la historia ha sido manipulada. Es una vieja letanía del comando historiográfico dotar al independentismo de un pasado gloriosamente genuino con que apuntalarlo. Cervantes y Santa Teresa son otros candidatos a esta mutación genealógica que supongo culminará cuando alguna entidad subvencionada descubra que Jesucristo estaba domiciliado en Navalcrés y no en Nazaret, y nació en Belianes, y no en Belén, durante la feria del aceite que se celebra en diciembre. Hay algo en estas hipótesis que rebasa la extravagancia académica para adentrarse en la paradoja zopenca: la prueba irrefutable de que Cataluña es incomprensible sin España y viceversa sería que un navegante de Barcelona llamado Cristòfor Colom hubiese zarpado de la gerundense Pals para descubrir y colonizar un continente en nombre de la Corona de Castilla.

miércoles

UN MAL NEGOCIO

Pedro Sánchez esbozó ayer su programa de gobierno durante tres horas de exposición, réplicas y contrarréplicas que en realidad fueron la verbalización de la parábola protagonizada por Margarita Robles unos días antes, cuando posó regando unas plantas en algún patio del ministerio con expresión de pacífica sencillez y un brillo esperanzado en los ojos. Era la versión intimista del lema «algo va a cambiar», escoltado por los clichés del vademécum progresista (conflicto educativo, manadas, guerras civiles, etcétera) y la benevolencia momentánea del espectador ante la enormidad del tiberio catalán. La parábola reside en que las plantas de la ministra eran de interior y tienen sistema de autorriego. No debían estar allí ni necesitaban a una ministra regante. Hasta ahora, todo cuanto ha hecho Sánchez ha sido rectificarse mientras simula gobernar y lo más descorazonador es que probablemente sea lo único que puede hacer: reforma constitucional, lista de defraudadores fiscales, exhumación de los restos de Franco, consejo de RTVE... El catálogo de mutis enternece y nunca fue tan claro como ayer que Sánchez es presidente gracias a Torra y Urkullu, mientras que éstos no lo son gracias a él.

jueves

LA DIGNIDAD USA ASCENSOR

La incongruencia aparente de algunos derechos personalísimos como la dignidad o el honor es que su contenido se adopta por consenso social. Es decir, dejan de ser personalísimos cuando se hacen valer. Esta indefinición puede extenderse a otros derechos como el de una «vivienda digna» ¿Cuál es el baremo que mide la dignidad de una vivienda? Es claro que un parapeto de hojalata adosado a un taller clandestino o una chabola alquitranada en los suburbios de una jungla de rascacielos no superan la prueba. También que una VPO es tan digna como el chalet de Pablo Iglesias. Una vivienda no puede tener dignidad; en todo caso, se vive dignamente. Ahora bien, un exceso de dignidad inmobiliaria puede ser indignante. Esta mañana he leído que un multimillonario ruso ha adquirido un ático en Londres por 35 millones de euros. Una lectura más atenta me ha tranquilizado: es un ático «triple». De todas formas, no logro imaginar un ático de 35 millones de euros atestado de cofias filipinas y con dos estatuas meonas bañadas en oro a la entrada.

viernes

LAS VIEJAS BANDERAS

Ayer fue el aniversario de la batalla de Bailén y los reyes acudieron al lugar para la conmemoración. Vivimos momentos de susceptibilidades patrióticas y la única victoria de un ejército español en el siglo XIX, descartadas algunas escaramuzas remotas, sin duda es un pretexto idóneo para encender los espíritus. Cabalmente, se trató de una derrota francesa antes que de una victoria española que condenó a Dupont, el negligente comandante francés, al ostracismo perpetuo y encumbró a nuestro general Castaños, quien, como casi todos los generales españoles de la época, era un militar mediocre que no volvió a conocer la victoria. Al finalizar la guerra, se convirtió en un absolutista Capitán General de Cataluña proclive a despachar pelotones de fusilamiento contra los levantiscos liberales. Tras Bailén, los franceses, ya bajo el mando directo de Napoleón, regresaron y ocuparon Andalucía en un pispás. Esto explica que las Cortes se reunieran en Cádiz: era la única ciudad que los franceses no habían ocupado. Quiero decir que el recuerdo de Bailén puede galvanizar al pueblo errante, pero no nos engañemos: España se parece mucho más a un grabado de Goya.