A veces un bajo nivel cultural de los padres no tiene una gran relevancia en cuanto a la educación de los hijos, el respeto, la dedicación familiar y el dejar constancia por los padres de un desarrollo social y honesto es una gran herencia formativa que los hijos tarde o temprano reconocen. He conocido a padres que admitiendo un nivel cultural inferior a sus hijos pensaban en un estado de inferioridad, nada hay más lejos de la realidad, como hijo siempre he admirado en mis padres, su espíritu de sacrificio por la familia, el respeto hacia sus semejantes, el cumplimiento de las normas y el hacerme sentir que estaban cerca de mí para cuando los necesitase. Esos valores humanos y sociales forman al individuo si se siembran desde la base familiar.

Se considera de gran importancia, como un aspecto más en la prevención del fracaso escolar, que la formación y apoyo de la familia, como elemento formativo de primer orden que es, pase a formar parte de las diferentes acciones oficiales encaminadas a paliar un problema como el fracaso del alumno universitario.

La Universidad Miguel Hernández con un buen criterio inicia la actividad de apoyo al estudiante universitario, es elevada la cifra de estudiantes universitario que abandona sus estudios en el recorrido de la carrera elegida, esta iniciativa está encaminada al apoyo al estudiante que en determinadas fases se encuentra en un momento de desánimo, pero por mucho esfuerzo que desde la universidad se otorgue, no se logrará nada sin el apoyo esencial de la familia, tengamos presente la riqueza que representa una preparación profesional para nuestra juventud, sin distinción entre el campo universitario y el de la formación profesional, valores idénticos, sin un esfuerzo común, donde hagamos patente, la voluntad, el trabajo, el que nada se consigue sin esfuerzo, y que nada conseguiremos a cambio de no ofrecer nada, conscientes todos, jóvenes, menos jóvenes, padres, familiares, la sociedad en general, que el futuro de un país depende de los ciudadanos que la integran, y de la formación personal, de respeto, y de moralidad, que desde el principio de su vida escolar sus educadores tienen el deber de trasmitirles pero siempre con la base que nace del modelo familiar.

No podemos seguir con la creencia que una u otra clase política será la que individualmente resuelva nuestros problemas, actualmente la política está basada en el poder numerario de los escaños, lo que el pueblo reclama es totalmente diferente, no es el representante político el poseedor del poder, es la sociedad y el pueblo donde reside la fuerza del cambio en pos de las mejoras sociales. Obremos con un verdadero sentido de la realidad siendo conscientes de que el éxito social tiene dos caminos, el trabajo, la honestidad, y un esfuerzo generalizado de la ciudadanía para conseguir una estabilidad económica que facilite el futuro de nuestras familias.