Al llegar el 21 de junio, y después de superada la festividad de San Juan Bautista se podría decir que el verano oficial se había asentado en nuestras vidas. Ahora, con eso de la doble residencia se disfruta todo el año del paisaje marítimo de las Playas de Orihuela, Torrevieja y La Mata, y Torre de la Horadada. Sin embargo, en mi niñez, el verano, o mejor dicho el veraneo, tenía para los oriolanos una fecha de inicio: el día después de «El Pájaro». Era el momento de consumir el primer helado, a base de «chambis», horchata, limón y «agua de sebá» de «Los Manolés», o los polos, variados y coyotes de aquellos que arribaban desde Jijona, y que Ismael, en un carro accionado por una bicicleta nos surtía en los recreos en las últimas fechas del curso por debajo de la puerta del patio del Colegio Santo Domingo, y que a veces nos daba de fiado.

Eran pocos los que como «huelgas» se desplazaban a la playa, y eran más los que quedaban en Orihuela sufriendo los calores del estío, atenuados cuando anochecía por los paseos por la Glorieta de Gabriel Miró, los Andenes de la Estación y la Plaza Nueva. A la espera de la tristemente desaparecida Feria de Agosto, alternaban con la asistencia a los cines de verano, de los que en los años cuarenta y cincuenta había dos en Orihuela: la Terraza de Verano anexa al Salón Novedades, después al Cine Riacho, y el Cine Cargen. El local del primero de ellos fue adquirido en 1945 y desapareció al efectuarse las obras de la canalización del río a su paso por la ciudad. Aunque era un local al aire libre, disponía de una zona cubierta debajo de la cabina de proyección. El segundo de ellos, estaba decorado con motivos geométricos y luces de colores y comenzó a funcionar en los primeros años de los cuarenta, estando la empresa formada por los señores Cardona y Genovés. Con posterioridad, al inaugurarse el Cine Casablanca, quedó dependiendo del mismo. Estaba ubicado lindando con la iglesia del Monasterio de las Salesas, ocupando el solar del patio del que había sido antiguo Asilo de Ancianos Desamparados. En este cine en algunos momentos se celebraron combates de boxeo, espectáculos de varietés, e incluso, recordamos que en él había instalada una pista de patinaje.

Son muchas la películas que disfrutamos en ellos, entre estas recuerdo «Bambi» de Walt Disney en la Terraza de Verano, y el Cine Cargen, «Los Diez Mandamientos» con Charlton Heston y dirigida por Cecil B. DeMille, y algunas de Luis Mariano como «Violetas Imperiales», con aquellas canciones como «Cerca de aquí me la encontré/ mi caballo al trote, la alcancé:/ -¿Quién eres tú?/ -Yo no lo sé,/ pero, por si acaso, te querré».

También podíamos disfrutar en la Plaza de Toros por iniciativa de la empresa AVANT, que se convertía en un gran coliseo cinematográfico que se anunciaba con el prometedor nombre de «La Playa de Orihuela», y en la que hubo éxitos con películas taurinas como «Mi reino por un torero» interpretada por Carlos Arruza.

Esto lo vivíamos a la fresca, en los cines de verano en nuestra infancia, mientras que años antes, nuestros padres y abuelos, con anterioridad a la Terraza de Verano y al Cine Cargen, tenían ocasión de disfrutar del Séptimo Arte, en 1932, en el recién inaugurado Campo de Deportes de Los Andenes del Orihuela F.C., y antes de ello, en las puertas de los cafés como el Colón en la Plaza Nueva (entonces, en 1915, Plaza de la Constitución), o en los últimos años de la década de los veinte, en la calle Calderón de la Barca en el Café España. En éste la propia calle se convertía en sala de cine situando la máquina en la puerta del establecimiento y la pantalla en la acera de enfrente, tapando el callejón de Paradas, ocupando la calzada las mesas y sillas del citado bar. Años antes, la exhibiciones se llevaba a cabo en el Café Sevilla en la misma calle, y tras la inauguración del Palace Hotel en Arzobispo Loazes, también se exhibían películas, inaugurándose la temporada de 1928 con el film «Bajo la máscara del placer», interpretado por la mítica Greta Garbo.

Así, a la fresca, esperando el «Día del Pájaro» se entretenían aquellos aficionados al cine en la Orihuela pasada.