Llega el verano y, como todos los años, se inaugura la temporada de playas, de nuestras queridas playas. Para no irnos muy lejos, destacar el Postiguet, la Albufereta y San Juan playa. Como alicantino en ejercicio las conozco, las uso y las quiero. Su arena blanca, fina y calentita te invita al relax y a desconectar aunque solo estés a un paso de la urbe pura y dura; el agua, igualmente agradable y refrescante para el baño, fácil de nadar, bien señalizada y protegida por las barreras naturales, la verdad es que vivimos en una zona con la que sueñan muchas personas poder venir unos días al año y estoy seguro que les sirve de motivación para seguir sobrellevando el trabajo y sus problemas cotidianos. Tenemos suerte de vivir donde vivimos.

Nuestra ciudad la visitan muchas personas y las playas la compartimos con un montón de gente de distintas nacionalidades. Todos los nativos y los foráneos debemos cuidar nuestras zona de ocio y para esto las autoridades, la administración, el ayuntamiento y la concejalía correspondiente tienen que actuar defendiendo lo nuestro y educando para que conservemos nuestro rico patrimonio natural, en este caso las playas.

¡Pero es que están llenas de colillas! Cientos, miles, caminamos sobre ellas, ponemos la toalla encima de las mismas, los niños las encuentran e inocentemente las chupan o, sin querer, se queman, las aves las picotean pudiendo intoxicarse, algunas de ellas acaban en el mar (una colilla contamina entre 8 y 10 litros de agua de mar)... Las colillas de cigarrillos son la forma más común de basura que se encuentra en el medio marino, con una estimación de 5 billones tiradas al medio ambiente en todo el mundo cada año, pudiendo desprender arsénico, cadmio y níquel en el agua.

De lo que hablamos es de metilcelulosa (colilla) que contiene cientos de productos tóxicos filtrados del humo de tabaco y que tarda en biodegradarse décadas.

Esto ocurre porque se fuma en la playa y se tira impunemente la colilla en la arena. ¿Cómo sentaría que no se fumase en las playas o como mal menor que estuviera prohibido tirar colillas en la arena? ¿Qué diría la ciudadanía? ¿Qué opinarían los turistas? O, aún mas, ¿qué opinarían los fumadores? y ¿qué opinarían los ecologistas? Supongo que habrían respuestas de muy diverso calado pero estoy seguro de que si pudieran opinar, la Salud, el Sentido Común, la Naturaleza y los chavales -muchos de ellos hartos de aconsejar a sus padres que dejen el tabaco- se sentirían plenamente satisfechos. Asimismo sirva de referencia que en una encuesta reciente desde Atención Primaria el 64,1% de los españoles está a favor de prohibir fumar en lugares como estadios deportivos, piscinas o centros comerciales abiertos.

Estimada/s Concejalía/s correspondiente/s del Ayuntamiento de Alicante, en algunas ciudades de España ya han tomado medidas hace tiempo. Por citar algún ejemplo, las playas de Mogán en Canarias, Baiona en Pontevedra (2012) -donde luego la propia administración Gallega creo la "Red Galega de praias sen fumo", a la que se adhirieron 46 arenales-, en Girona (Sant Feliu de Guisol) en 2012 -donde hay sanciones de 300€ no por el hecho de tirar la colilla sino de fumar, si bien al igual que otras playas tienen habilitadas zonas de fumadores-, en Ibiza, playa de Santa Eularia, y otras previstas. También hay otras medidas para ayudar a la sostenibilidad de las playas como son el reparto de ceniceros ecológicos como en Cádiz, donde llevan ocho años haciéndolo en sus playas y otras provincias costeras españolas.

Además, ¿por qué es más importante un campo de futbol que una playa? Desde hace años ya no se fuma en el Camp Nou, pionero en esta medida en España (2011-2012), tampoco en los campos de fútbol del País Vasco y otros; también existe una red europea de campos de fútbol sin humo. Comentar que desde el 11 de Junio del 2018 se confirma la prohibición de fumar en el campo del Mestalla, aquí al lado, y no veo que el Mestalla sea más importante que las playas alicantinas.

El Nicotino

El año pasado se realizó una campaña para mejorar la higiene de las playas de Alicante bajo el lema "Contra las costumbres basura", y uno de los personajes era "El Nicotino". Pues bien, en el anuncio, debajo del nombre pone en más pequeño: "orgulloso de usar la arena como cenicero personal" (increíble); más abajo y más pequeño pone en negrita "costumbres basura", y más abajo que casi no se ve, en letra muy pequeña: "gracias por no caer en ellas". El supuesto Nicotino sale en la foto con cara de bonachón, buena persona, abrazando a un cigarrillo encendido a modo de colega y/o amiguete señalándolo con cariño (este es mi compinche) y además el pie lo apoya en una colilla, no apagándola sino descansando en ella (el cigarrillo sirve para estar feliz y relajado a modo de estar con un colega y lo utilizo para apoyarme y descansar). A poco que sepa un experto en marketing, este anuncio transmite todo lo contrario de lo que se pretende. Para no alargarme tengo claro que si comunica algo es incitar al consumo de tabaco: el cigarro como amigo o colega abrazándolo, señalándolo con complicidad, el apoyo del pie en la colilla y el inexistente mensaje de no tirar colillas en la arena hacen bastante peligroso que se siga manteniendo. Créanme, cuando se trata de adicciones no interesa este tipo de anuncios, porque estimulan el consumo y hay que ser muy cuidadosos para saber la repercusión que puede tener. El anuncio sigue instalado desde hace un año en un lateral de las últimas casetas del Postiguet casi llegando a la playa del Coco, y supongo que habrá más. Háganle un favor a los fumadores y a la arena de la playa y, en cuanto puedan, deberían plantearse retirarlo.

Por último destacar la iniciativa de Compromís en las Cortes Valencianas (29-04-2018) que propone crear una 'Red de Playas sin Humo' para "desnormalizar" el consumo de tabaco en las playas, reducir la contaminación y proteger el medio ambiente.

Hay que enseñar con el ejemplo.