Una vez que se apagaron la luces del Wanda, tras el partido de Copa Atleti-Elche, y al ver a la afición franjiverde cabizbaja, decidí escribirle a José Sepulcre una carta abierta para pedirle que se fuera del club por el bien de su salud y por el futuro de la entidad que presidió. Lo más fácil hubiera sido dorarle la píldora, como ese grupo de adláteres que le ríen las gracias y utilizan las redes sociales para atacar a todo el que va contra el régimen establecido. Así se vive más cómodo. Le recomendé que se quedara con el baño de multitudes de la Glorieta y el ascenso a Primera, que pasara página. Que se dedicara a solucionar todos esos asuntos judiciales que ahora, la justicia va muy lenta, comienzan a aflorar, a ver los toros desde la barrera. Hizo caso omiso a mis sugerencias, aplicó la huida hacia adelante y se involucró de lleno en pagar las nóminas de los jugadores para tratar de regresar a Segunda, como al final se ha conseguido.
En aquel entonces, le comenté que por muchas cosas que haga nunca va a tener el apoyo de una afición hastiada por sus promesas incumplidas y que se pregunta los motivos por los que no puso antes los euros necesarios para evitar que el Elche cayera a Segunda, cuando Escribá lo había salvado en el campo. Rompió el sueño de mucha gente y eso jamás se olvida.
El pasado domingo, en la fiesta del ascenso, la mayoría de seguidores que estaban en la Plaça de Baix pitaron al actual consejo y pidieron su dimisión. Una prueba más de que mientras no se vaya no va a existir la paz en esta sufrida afición que podrá mirar para otra parte en los asuntos ajenos al balón, pero a la que nadie puede engañar y le sale un sarpullido cuando escucha su nombre. El seguidor franjiverde se mostró eufórico con Pacheta, Nino y el resto de plantilla, pero volvió a señalarle.
Ahora, en medio de la resaca del ascenso, el Elche vuelve a estar en las páginas de sucesos de los periódicos nacionales. El expresidente y uno de los principales accionistas del club tiene que pasar por la Comisaría. Creo que esta entidad no merece esto y lo ideal que es que apareciera un inversor sin reminiscencias del pasado, capaz de aglutinar a todos. A partir de ahí, el Elche puede ser invencible. Mientras tanto, el club de los ilicitanos seguirá apareciendo en «El Caso».
