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Caminante son tus huellas...

«Caminante son tus huellas el camino y nada más/caminante no hay camino, se hace camino al andar». Estos inmortales versos del poeta Antonio Machado adornan mi blog de montaña. Quién me iba decir a mí que otro soriano de adopción, aunque nacido en la localidad burgalesa de Salas de los Infantes, de nombre José Rojo, más conocido en el mundo del fútbol como Pacheta, me iba a llevar a echar la vista atrás y ver la senda que nunca se ha de volver a pisar porque el camino simplemente son estelas en el mar.

Ese trayecto andado, desde que Robi lograba el gol del ascenso a Primera en Los Cármenes de Granada, vivió su último capítulo en el Mini Estadi de Villarreal con una diana de Benja, pero sobre todo, por la actuación de un impresionante José Juan bajo los palos y un manteado Pacheta, feliz por haber cumplido un sueño, el que ha perseguido durante toda su vida a base de trabajo y dedicación que ayer se convirtió en realidad. Todos aquellos mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, en la vida de Pacheta encontraron una razón de ser y me llevan a reflexionar sobre todos los avatares vividos desde ese día de gloria disfrutado en el ascenso de Granada y el que se produjo el sábado en Villarreal. Jornadas de gloria en medio como los retornos a Segunda logrados en Barakaldo y Melilla, con Diego Quiles en la presidencia (El sábado en la grada del Mini Estadi) y el disfrutado a Primera con aquel Elche de Fran Escribá espectacular.

Golpe a golpe, crónica a crónica, también he tenido la oportunidad de vivir otros momentos menos felices que llevaron al Elche a su situación económica actual que ahora, con el ascenso, ha recibido un auténtico balón de oxígeno. Si el de Barakaldo fue el que más marcó a gran parte del franjiverdismo y refleja su idiosincrasia, su capacidad de lucha y amor a unos colores, el descenso administrativo de Primera dejó roto su corazón y abrió una herida dentro del entorno social del club que todavía no se ha cerrado. Tan sólo una especie amnesia colectiva ha llevado a olvidar ese momento negro del club mientras los culpables de llevar a la entidad al abismo aplican el has sido tú y tratan de disfrazar una realidad cicatera. Quizás sea el momento de poner el marcador a cero, de aprovechar el regreso a Segunda para empezar a construir nuevos caminos que lleven al Elche a su sitio natural dentro del fútbol español, que se perdió por los escasos escrúpulos de unos pocos, los errores de otros y el consentimiento del resto. Este club tiene una afición de Primera y está obligado a tener unos dirigentes del mismo nivel.

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