Con la tercera temporada, Netflix ha decidido poner fin al romance entre el friki de Gus ( Paul Rust) y la alocada de Mickey ( Gillian Jacobs). Love ha llegado a su final tras una historia en tres actos que parece haber quedado cerrada tras su último episodio. Un desenlace que puede colar como algo ya decidido, aunque se trata de una cancelación encubierta, ya que sobre el tintero han quedado algunos cabos sueltos. Pero que nadie se lleve a engaño. A diferencia de lo que pasó con la segunda temporada de Sense8, lo de Love sí ha sido un final, aunque haya sido en falso.

Es la clásica historia de chico conoce a chica, pero claro la cosa se complica. La serie jugaba la baza de la química entre su pareja protagonista. Dos personas radicalmente opuestas, pero que se complementan a la perfección. En la primera temporada vimos cómo se enamoraban; en la segunda, afrontaban sus crisis de pareja; y en la tercera, llega el momento de dar un paso de gigante en la relación, cuando se plantean cosas como hijos y matrimonio.

Cuando Lena Dunham se embarcó en la producción de Girls en 2012 para la HBO, se autoimpuso la tarea de ser la voz de su generación con aquella serie. Cuando en 2016, Netflix fichó a Judd Apatow, uno de los productores de Girls, para poner en marcha Love se diría que quizá tenían la intención de ofrecer su versión al dramedia de la Dunham. El propósito era hacer la comedia romántica indie definitiva. Apatow ha estado considerado como uno de los reyes de la comedia romántica, en una trayectoria profesional que abarca tanto cine como televisión y en la que ha ejercido de productor, guionista y director. Entre algunos de sus títulos más conocidos está Virgen a los 40, Un lío embarazoso, El crítico, Freaks and Geeks o la mismísima Girls. A pesar de que Love ha sido uno de los títulos más maratoneados de Netflix, no se salvó de la criba de series cuando la plataforma puso en marcha la trituradora el año pasado.

La acción de Love se desarrolla en Los Ángeles. Los dos protagonistas están atrapados en trabajos que odian (pero son la plataforma con la que aspiran a empleos mejores) y están recomponiéndose de sus respectivas rupturas sentimentales. Gus trabaja como profesor particular de una joven adolescente que protagoniza una serie de televisión ( Wichitta y que parece como una mala copia de Embrujadas) y que aspira a ser un guionista de cine. Su única alumna es una actriz adolescente, Arya Hopkins, de 14 años (aunque en la última el repertorio de la clase crece). En algunos momentos Arya demuestra tener más madurez que muchos de los que la rodean y suele ser quien acaba sacando las castañas del fuego a Gus. Gafotas y narigudo, es inevitable que surjan las comparaciones con Woody Allen. Hay hasta bromas sobre si tiene o no origen judío y charlas interminables en las que expresa tanto sus inseguirades como un aluvión de referencias frikies para los amantes del cine. A veces es de peluche, otras le meterías un calcetín en la boca para que se callara. En cuanto a Mickey trabaja en una emisora de radio para un déspota presentador que tiene uno de esos programas de consultorio sexual por teléfono. En lo personal, su vida es un desastre, con problemas de alcohol, adicción al sexo y gran inestabilidad emocional. Su carrera remonta cuando se adapta a los nuevos cambios en la profesión con la llegada de los podcasts. Su carrera asciende, a la vez que la del déspota de su jefe, el Doctor Gregg, cae en picado.

A lo largo de estos tres años Love nos ha dado grandes momentos. Como la cita más antirromántica de la historia, cuando Mickey intentó emparejar a Gus con su compañera de piso, Gertie ( Claudia O'Doherty). O esas sesiones de amigos en casa de Gus inventado bandas sonoras imaginarias para películas que no tienen canción propia. Esa noche de colocón con hongos alucinógenos tras la que Randy dejó de darnos buen rollo... Durante tres años, nos hemos enamorado con Mickey y Gus, hemos sufrido sus penas y hemos odiado a esos ex que venían a interferir.

Sobre el papel la historia de Gus y Mickey ha terminado. Pero empezaban a plantearse algunos temas que podrían ir desarrollándose en episodios futuros. Tras la tercera temporada, la carrera de Mickey en la radio está más encarrilada que la trayectoria cinematográfica de Gus. ¿Cómo afectará esto a la relación de los recién casados? ¿Se animarán a tener hijos? ¿Elegirá Arya el cine, la televisión u optará por su felicidad personal? ¿Cómo superará Randy la ruptura con Gertie para irse con su mejor amigo? Se han marchado antes de cansar a su público y dejándoles con una sonrisa. A mí me vale.