Cuando le objeté que me había entusiasmado con ciertas manifestaciones artísticas, me respondió que tras ese entusiasmo se escondía el deseo de que se me honrase a mí también algún día. Decía: debe saber que una impresión artística verdadera sólo provoca silencio. ¿Se le ha ocurrido alguna vez aplaudir el maravilloso espectáculo de la puesta del sol? Pues ese hecho es más sorprendente que todos los fenómenos artísticos juntos. Además, me parece usted demasiado apocado como para apreciar ese grandioso fenómeno. En cambio, ante una obra de arte utiliza la más absoluta locuacidad. / Ya no me atreví a decirle que casi soy de su opinión, pues no hay nada que trastorne más una conversación que una confirmación. (Debussy y Monsieur Croche, Revue Blanche, 1901)

En sus primeras obras como Preludio a la siesta de un fauno, Nocturnos y Peleas y Melisenda, el francés Claude Debussy (1862-1918) traduce con elementos del lenguaje musical la estética simbolista y decadente. Es lo que denominamos el impresionismo de Debussy: el intento de disolver la solidez y grandiosidad musical del tardío romanticismo alemán. En El Mar, en cambio, afloran procedimientos constructivos que aparecían en dichas piezas bajo esa indeterminación simbolista.

Images para orquesta refleja españolismo colorista y refinado exotismo, todo ello bajo una rítmica constante y un timbre sutil y lineal. Jeux, compuesta para los ballets de Diaghilev, es alegre, tierna, delicada, moderna€ el principio de la insinuación y del matiz, que desde un principio se había considerado básico en Debussy, adquiere en esta pieza su forma instrumental más delicada.

Las dos series de Images y los dos volúmenes de Préludes constituyen una cima indiscutible dentro del género pianístico, con su inaudita riqueza de imágenes tímbricas e instrumentales. Entre sus últimas obras destacan las tres Sonatas y otra importante obra pianística: Douze études, donde se produce la emancipación de la disonancia. Con ella Debussy demostró que formaba parte de la vanguardia de la época junto con Ravel, Stravinski y Satie, abandonando definitivamente la poética simbolista.

El francés visitó España una sola vez: estuvo en San Sebastián, donde asistió a una corrida de toros. Su inspiración española se muestra en "Soirée dans Grenade" (Estampes para piano), "La puerta del vino" (Préludes), Lindaraja, para dos pianos; y en los tres movimientos de "Iberia" (Images): 'Por las calles y los caminos', 'Perfumes de la noche' y 'Mañana de un día de fiesta'. Sobre el folklore hispano utilizado por Debussy, citamos lo que el propio Debussy decía de Albéniz: Sin retomar exactamente los temas populares, abrevó en ellos, los oyó y llegó a hacerlos pasar a su música, sin que pueda percibirse la línea de demarcación.

Pierre Boulez considera que 'Perfumes de la noche' es uno de sus movimientos más ingeniosos, sobre todo por la evolución de la sonoridad orquestal y el refinamiento de las transiciones. Aunque las ideas reaparecen no hay sentimiento de vuelta atrás, sino de improvisación totalmente lograda y acabada. Resulta particularmente feliz, dice, la transición con el tercer movimiento: mientras los 'Perfumes de la noche' se reabsorben progresivamente, toman forma poco a poco los ritmos de 'la mañana de un día de fiesta'. El autor mismo se mostraba particularmente satisfecho de este sutil tránsito de la sombra a la luz€