Esta semana hemos asistido al cumplimiento de los tres años de legislatura de este tripartito. Días de hacer balance y de medir la situación actual en la que se encuentra la ciudad a un año de volver a las urnas. Los actuales dirigentes han hecho gala de un discurso optimista y subjetivo en el que han querido mostrar una imagen de ciudad muy distinta a la realidad, llegando a afirmar que Elche se encuentra mejor hoy que al inicio de esta legislatura. Pero les vamos a demostrar que no. Juzguen ustedes mismos.

La obligación de cualquier gobierno es mejorar la situación en la que se encuentra la ciudad cuando accede al Ayuntamiento, sin embargo, no podemos afirmar que esta ecuación se haya dado en nuestra ciudad. El balance que realizamos como oposición se asienta en varias cuestiones fundamentales que no sólo pensamos como grupo político sino que están respaldadas por muchos ilicitanos que piden más implicación al tripartito, que ven como la ciudad ha sufrido un retroceso que nos puede salir muy caro en un futuro.

Es inevitable hacer balance y no hablar de la limpieza y el mantenimiento en espacios públicos. O mejor dicho, de la falta de ambos. Son constantes las quejas e innumerables las imágenes de restos de basura alrededor de los contenedores, la falta en la recogida de podas por todo el campo, el mal estado de los contenedores o la suciedad en barrios de la ciudad y pedanías. Si hablamos de zonas verdes, parques y jardines, solo hace falta caminar por la zona del campo de fútbol, el Sector V o Puertas Coloradas, por los abandonados parques de palmeras para niños o los estanques contiguos al Parque Infantil de Tráfico. Situaciones cotidianas cuyo mal estado es permanente en los últimos años.

Hablemos ahora de turismo o mejor dicho de la falta de un plan turístico como Elche merece. Debería haber sido un área primordial de trabajo pero con la señora Mollà al frente no se ha conseguido nada más allá de la simple colocación de un panel informativo y de forma provisional en Traspalacio para los autobuses turísticos que llegan a la ciudad. Pero más allá de este logro (entiéndase la ironía) tenemos la Ruta del Palmeral en un estado deplorable, los cierres de los establecimientos de restauración del Parque Municipal y Deportivo dejando una imagen de abandono en mitad del Patrimonio de la Humanidad o la nula inversión en mejorar nuestras zonas turísticas como Arenales del Sol o La Marina.

Si hablamos de proyectos de ciudad, nada nuevo bajo el sol. Un panorama espeluznante: el hotel de Arenales en ruinas un año más, el proyecto del Mercado Central como ejemplo de política destructiva de este tripartito que solo se preocupa de realizar informes de dudosa veracidad mientras deja que el centro de la ciudad muera, el edificio de Riegos El Progreso apuntalado en pleno centro y sin visos de solución, la aprobación del Pativel en La Marina que acaba con todo el desarrollo de la pedanía atacando directamente a nuestro Plan General y condenando a los vecinos a no tener futuro. Y todo esto que hemos enumerado no sólo proyecta una imagen nefasta de Elche sino que hipotecará la ciudad en un futuro con indemnizaciones millonarias que deberemos hacer frente todos los ilicitanos por la mala praxis del tripartito de Elche. Entre las más destacadas ya conocemos los más de 50 millones de euros que se reclamarían a causa del Pativel o los 15 millones de euros que habría que pagar por la pérdida intencionada del proyecto del Mercado Central.

Por no hablar del que hasta ahora era el proyecto estrella de la legislatura, la peatonalización de la Corredora que ya han abandonado a su suerte y que han cambiado a última hora por el sendero hacia el Pantano, subvencionado por la Diputación. Ese es el ejemplo de la falta de planificación de ciudad que tiene el tripartito.

Un escenario desolador, de un gobierno incompetente que ha sido incapaz de invertir en nuestra ciudad a pesar de que las arcas municipales se lo permiten. Un gobierno municipal lleno de anuncios huecos como la ampliación del Parque Empresarial, o de futuribles como los proyectos de los fondos EDUSI de los que nada se sabe, de promesas vacías y de años perdidos que nos pasaran factura. Un gobierno abandonado a su suerte, más centrado en salir bien en la foto con falsa sonrisa de consenso que en buscar solución a los problemas que reclaman los ilicitanos.