Mañana martes, a las 20.15 horas y en el Centro de Congresos, se presenta un libro muy relevante para la historia de Elche: L'Alcúdia de Alejandro Ramos Folqués. Contextos arqueológicos y humanos en el yacimiento de la Dama de Elche. Un trabajo publicado por la Universidad de Alicante que es el resultado de la tesis doctoral de Ana María Ronda Femenia, tras seis largos años de investigación y esfuerzo. Un libro que, estoy convencido, formará parte de la colección de obras fundamentales de nuestra historiografía, tal y como ocurrió con las tesis doctorales de Rafael Ramos Fernández, Pedro Ruiz Torres, Vicente Gozálvez Pérez, Rafael Navarro Mallebrera, Francisco Moreno Sáez, Martín Sevilla Jiménez, Joaquím Serrano i Jaén, Artur Gil i Fernández, Joan Castaño i García y Gaspar Jaén i Urbán, por citar algunos de nuestros clásicos.

La tesis doctoral de Ana María Ronda tuvo como directores a los profesores Lorenzo Abad y Juan Manuel Abascal y es un estudio exhaustivo del trabajo arqueológico realizado entre 1933 y 1971 por Alejandro Ramos Folqués (1906-1984), a través de sus diarios, memorias, publicaciones, documentos personales, dibujos, fotografías, correspondencia y recortes de prensa hasta superar los 20.000 documentos analizados. Un esfuerzo ingente y esclarecedor porque nos permite contemplar la evolución de uno de los más importantes yacimientos arqueológicos del Mediterráneo, desde las noticias de los siglos XV y XVI, las excavaciones del siglo XVIII, XIX y XX, la publicación de Juan Antonio Mayans, Ilici, Hoi la Villa de Elche de 1771, el libro de Aureliano Ibarra Manzoni de 1879, Illici, su situación y antigüedades, la aparición de la «Sociedad arqueológica Ilicitana» en 1890, con Pedro Ibarra Ruiz como director, la presencia de Pierre París en 1896, su amistad con Pedro Ibarra y su vuelta al año siguiente para conocer La Festa. Si el descubrimiento de la Dama de Elche tiene lugar el miércoles 4 de agosto de 1897, Pierre Paris llega el día 12 de agosto y, como explica la autora, «consiguió en el tiempo récord de 14 días, comprarla, empaquetarla con rollos de algodón y embarcarla con destino a Marsella y al museo de Louvre».

Las excavaciones de Eugene Albertini en 1905, financiadas por la Hispanic Society de Nueva York y las de Antonio Vives Escudero en 1923 que acabaron en un expolio de piezas («las detestables excavaciones de Vives? catas, hoyos y zanjas, rompiendo muro, pisos, etcétera. Y sin ver estratos y niveles», en palabras de Alejandro Ramos), depositadas desde entonces en el Museo Arqueológico Nacional, el hallazgo «casual» de la Venus en 1926, hasta el inicio de las primeras excavaciones oficiales de Alejandro Ramos Folqués en 1935. Antecedentes históricos que dan paso al objeto fundamental de la investigación, centrada en cuatro décadas de trabajo del arqueólogo ilicitano.

El libro de la doctora Ronda Femenia permite también conocer la historia de la propiedad del yacimiento: de José Vidal al doctor en Medicina Manuel Campello Antón (1833-1904). A la muerte de éste, La Alcudia pasó a su viuda, Asunción Ibarra Santamaría (1857-1936) y a Manuela Campello, casada con el médico José María López Campello (1861-1933), que se convertiría en el administrador de la finca hasta que el 14 de noviembre de 1916 el registrador y padre de Alejandro, Rafael Ramos Bascuñana (1854-1918) la compre. Tras la guerra, el primer Museo Municipal se establece en la que fue casa de Pedro Ibarra, con su propia colección y la de la viuda de Ramos. En 1948, coincidiendo con el IV Congreso del Sureste y la presencia en Elche de notables arqueólogos se inauguró el museo que hoy conocemos como del «Huevo del Parque».

El desinterés absoluto por parte de Tomás Sempere Irles (alcalde entre 1948 y 1954) propició que Alejandro Ramos tomara la decisión de no llevar más piezas a aquel museo municipal, lo que facilitó la creación del museo en el propio yacimiento: «Este es un museo de estudio ideal para científicos e investigadores ?decía Alejandro Ramos en 1972-. Son 27 siglos de historia. En belleza no me meto, ¿eh? Pero, científicamente, para mí es el número uno». Como es sabido, La Alcudia como centro de investigación se ratificó en 1996 con el acuerdo de compra del terreno y la donación de la colección museística entre la familia Ramos y la Universidad de Alicante, lo que fue la base de la creación de la actual Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica La Alcudia.

Algunos creemos que La Alcudia debe ser una de nuestras grandes apuestas estratégicas, tanto desde el punto de vista cultural y científico, como del turístico. Ojalá esta magnífica investigación contribuya a que le concedamos la relevancia que merece.