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Francisco José Benito

Apuntes

F. J. Benito

El octavo mandamiento y la Oficina de Turismo

Al mentiroso, muchas veces, se le coge antes que al cojo. El alcalde de Alicante, enfrascado con su equipo de asesores y técnicos para tratar de salir del lío en el que él solito se metió, o le metieron, hace una semana con el proyecto de la futura oficina de turismo del Puerto de Alicante, asegura ahora que la oficina siempre fue una estructura desmontable y no fija. Característica, ésta segunda, que certificaron los técnicos de Urbanismo, y que así se lo comunicaron a la directora general de Turismo, Raquel Huete, cuando le negaron por escrito la licencia de obra. Anteayer, viendo quizá la magnitud que tomaba el asunto en el que Alicante se jugaba 700.000 euros, y la oficina podía esfumarse, el equipo de gobierno reculó y donde dijo digo, dijo Diego. Por ahí no señor alcalde, que ya no tenemos doce años. La oficina es una obra fija para la que ha habido que reforzar hasta un parking por la nada despreciable cifra de 92.000 euros. No cabe en la plaza del Puerto y así lo advirtieron los técnicos de Urbanismo, al margen de que el Plan del Puerto lo prohíba. Que ahora se disfraza el proyecto y se recurra a una triquiñuela legal para darle cabida asegurando que es el mismo caso que, por ejemplo, el carrusel infantil. Allá ustedes, pero no falten al octavo mandamiento, no vaya a ser que Dios les castigue.

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