Estamos inmersos desde hace algunos años en esa nueva modalidad de dar vuelcos electorales y enmiendas a la voluntad popular por la vía de la acusación sin pruebas y el desprestigio público sin posibilidad de defensa, donde existen miles de identidades falsas de Facebook opinando, votando, pidiendo dimisiones, insultando, injuriando, Hoy, lo que no es posible conseguir a través de las urnas se puede llegar a través de alguna prensa amiga y el uso de las oportunas redes sociales.

Verdaderamente confieso que en el último pleno hubo momentos en que sentí cierto pánico. Me preocupa el futuro de la Democracia. El concejal de Cambiemos Karlos Bernabé dudaba de la forma en que se imparte la Justicia y, sin ningún tipo de conocimiento sobre la materia, hablaba de algunos jueces y el sistema judicial como si fuesen personal al servicio de no sé quiénes o qué poderes. Su paso en época de estudiante de Psicología por Euskadi debió dejarle una visión muy sesgada y adoctrinadora sobre nuestro poder judicial.

Y además, vienen a decirnos que Democracia es lo que consideran ellos y Justicia es lo que juzgan ellos en su mesa de debate. La libertad de expresión es la que no se mete con ellos, mientras que prensa libre es la que ellos producen y altavocean. Por otra parte, los grandes chalets son conseguidos honradamente si los compran ellos, los chistes son graciosos si los cuentan ellos, en caso contrario es insulto. En fin, extremismo sin lugar a dudas disfrazado de ultrademocracia.

Y encima están rabiosos. La pérdida de Alicante les ha disparado todas las alarmas y creen que necesitan llevar a València y a Madrid (ahora) la cabeza de un alcalde de caza mayor de la Comunidad. Bascuñana.

No quieren tenerse que enfrentar a él de ninguna manera al año que viene por la vía de las urnas. La respuesta es sencilla, les barrería literalmente, y lo saben. Y sus carreras políticas seguirían siendo grises y sin esperanzas. Quienes hayan hundido este plan buscan un reconocimiento, unas monedas, como Judas esperó de los judíos.

Tal vez Manuel Pineda, Antonia Moreno y algún@ valiente más hayan tenido también esa tentación. Me imagino que no deja de ser atrayente y seductora la posibilidad de linchar en las redes sociales al alcalde, aunque se sepa que se le acusa de una falsedad y carece del más mínimo fundamento. Total, quién conoce a qué se dedica alguien en un puesto como el que Bascuñana tenía por entonces.

Pese a que vivimos en época de linchamientos públicos y algun@s de l@s que debieran estar dando ejemplo se parezcan más en las formas a Torquemada que a alguien progresista y de izquierdas, deben luchar contra aquello con lo que nunca cuentan. Por ejemplo, nuestro sistema de garantía de nuestros derechos, encabezado por la presunción de inocencia. Es preciso demostrar la culpabilidad y no al revés. Nadie debe verse obligado a demostrar su inocencia. Es algo básico en nuestro ordenamiento pero que no alcanzan a entender nuestros socialistas oriolanos. Son más de la forma de actuar a la manera de la reina de corazones de « Alicia en el País de las Maravillas», ¡que les corten la cabeza!.El Sr, Bernabé cada día más próximo a Podemos que a Los Verdes (¿recuerdan mi artículo «Cambiemos,... o no. ¿Del morado al verde?»), también se encuentra cada día más próximo a lo que se denominaba Democracia orgánica en la época de la Dictadura.Para quien lo desconozca, diré que en tiempos de Franco se negaba la Dictadura como tal y se decía que existía una suerte de Democracia orgánica, que muy básicamente podemos decir que consistía en reconocer el sistema de urnas para votaciones pero decidiendo previamente cómo y quiénes tenían derecho a elegir a los representantes.

Indudablemente, va a ser muy probable y bastante sencillo que encuentren a algún sicario en la Consellería de Sanidad que, ordenador en mano, se preste a realizar un informe contra Emilio Bascuñana, a medida del encargo, que diga que «no consta» y «no consta» y «no consta».

Por tanto, y adelantándome al mismo, diré que sigo esperando que la señora Gutiérrez y resto de sus compañeros asesores demuestren que estuvieron trabajando para el Ayuntamiento (y no para su partido) durante el periodo que cobraron un sueldo público por tal finalidad. Si, un sueldo público, lo repito.

Espero que nos demuestren a todos sus labores realizadas, solicitud de vacaciones, horario, permisos, etc.). En caso de que no lo puedan demostrar, y que ya avanzo que no podrán) espero que le falte tiempo para llamar a la señora Moreno y al señor Pineda para decirles que lo dejen. Que ese no es el camino. Que el derribo de Emilio Bascuñana habrá de ser por la vía democrática de las urnas, no por la del linchamiento.