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Pérezgil y su vínculo con las Hogueras

Conmemoramos este año el centenario del nacimiento de José Pérezgil, y aunque oriundo de Caudete, su pronta venida a Alicante lo hizo integrarse enseguida en la idiosincrasia y costumbres de su tierra de adopción.

Aún no había cumplido los diez años cuando se crearon las Hogueras y en ese primer ejercicio la banda de su pueblo ya fue contratada para el distrito de Reina Victoria, creándose al año siguiente el de la plaza de Juan Poveda, hoy de San Cristóbal, al lado de donde vivía nuestro artista, concretamente en la calle Santos Médicos esquina con Argensola.

Ese 1929 recibe las primeras clases de pintura y dibujo en la Academia de Manuel Cantos que se encontraba en la cercana plaza de las Monjas donde conocerá a grandes pintores como Heliodoro Guillén y Emilio Varela que harían en estos comienzos de la fiesta de Hogueras sus pinitos construyendo algunos monumentos y siendo el primero de ellos presidente de Plaza de Chapí.

Tras concluir el Bachillerato, se pone a desarrollar varios trabajos relacionados con las Bellas Artes como vaciador de cabezas y molduras de escayola en el taller del escultor Ramón Ripoll, lo que le serviría para aprender a modelar ninots, amén de otros tales como dibujante de carteles de películas para el empresario Luis Martínez Sánchez y el pintor y constructor de hogueras Paco Muñoz.

Será tras la guerra civil cuando se vincula de lleno en el mundo fogueril a distintos niveles, incluido el sentimental. Ya en 1940 pinta ninots del maestro fallero valenciano Fernando Guillot que se había desplazado a Alicante para realizar tres monumentos, los de Alfonso el Sabio, Camarada Maciá y Plaza de Chapí.

En ese mismo año también ganó un accésit del concurso de carteles de Hogueras y realizó para Tomás Valcárcel los bocetos del decorado del cuadro escénico Leyenda egipcia representado en el festival de la elección de la Bellea del Foc.

Allí conoció a la belleza de Plaza del 18 de julio, una joven estudiante de Magisterio llamada Fina Carbonell que desfiló con un vestido de muaré amarillo que obtuvo el tercer premio; el flechazo fue inmediato, participaron juntos con el atuendo de labradores alicantinos en el festival celebrado en la plaza de toros el 22 de junio de ese 1940 y la pareja acabaría casándose siete años después.

Y en 1941 gana el primer premio de carteles de Hogueras, con Llamas de mi tierra, planta dos monumentos, los de los distritos de Camarada Maciá y Gabriel Miró; en este último su conjunto muy original de personajes en una barca consigue ser indultado de las llamas. Utilizó para su construcción el taller de carpintería que Tonico Esplá, abuelo de los toreros Luis Francisco y Juan Antonio, tenía en la calle de Ramales, donde hoy en día se ubica la iglesia de los Padres Capuchinos. Casualmente enfrente, esta familia taurina se compraría, décadas después, varios pisos donde viviría, entre otros, el patriarca de la saga y novillero Paquito Esplá.

Paralelamente realizaba carteles para varios distritos fogueriles e incluso para el oficial de las Fallas de Valencia.

Cuando en 1942 marcha a Madrid becado por la Diputación Provincial para estudiar en la Escuela Central de Bellas Artes y a la par cumplir con las obligaciones militares, tuvo que dejar de construir hogueras y no sería hasta 1952, ya consagrado como pintor a nivel nacional, cuando vuelve a plantar una foguera, la de Séneca-Autobuses, titulada Las tres gracias y las tres desgracias que construyó en su propio estudio de la avenida de Benito Pérez Galdós.

Hay que tener en cuenta que en 1950 había fundado la Escuela Profesional de Bellas Artes de Alicante, situada en la Rambla, que dirigirá a lo largo de una década y de donde saldría una excelente relación de artistas constructores de hogueras como Remigio Soler.

Nunca se desvinculó José Pérezgil de nuestra fiesta del fuego; colaboró aportando obras en subastas de cuadros para que los distritos sacaran dinero; era todos los años miembro de los jurados que premiaban hogueras y barracas; y en 1982 también participó como jurado de la concesión del monumento al Foguerer de la plaza de España que se otorgó al proyecto presentado por José Gutiérrez.

En 1998, año de su muerte, tuve el honor de realizarle para la Revista Oficial de Hogueras Festa un amplio trabajo que titulé 80 años de Pérezgil. Sería el homenaje postrero a este gran pintor que fallecería en la Clínica Vistahermosa el 28 de diciembre. Murió sin ver cumplido su deseo de que una modesta calle, pina, recoleta, del casco antiguo, llevara su nombre. Sería el 17 de junio de 2002 cuando el Ayuntamiento decidiera rotularle una amplia avenida de la moderna zona del Alicante Golf.

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