Nada hay más italiano que gobierne alguien que no ha ganado las elecciones en las urnas. Y es legítimo. Nada es más italiano que a mitad de legislatura una moción de censura, o una dimisión, fuerce la constitución de un gobierno distinto, a veces, a otro color político del elegido en primera vuelta. Y nada hay más italiano que poner a un Presidente del Gobierno que ni siquiera es diputado en la cámara de representantes.

Todo eso que acontece en Italia desde hace décadas puede ocurrir ahora en España. Y convendría, a lo italiano, no estar preocupados. Primero porque es legal y segundo porque cuando te acostumbras, no afecta a tu vida diaria, y si me apuras tampoco afecta a la economía. Ya que en Italia, y España no tiene porqué ser diferente, la política va por unos derroteros y la economía va por otros. Vamos, que la realidad económica y social funcionan al margen de sus vaivenes políticos. Y eso es síntoma inequívoco de que la sociedad es una sociedad avanzada y madura. En eso, algo de bien ha hecho Europa que hace que la maquinaria económica no pare cuando los gobiernos nacionales se muestran inestables. También esa es una de las ventajas de ser europeos.

Pedro Sánchez es un presidente legítimo porque ha suscitado el concierto de la aritmética parlamentaria. Porque así lo dibuja nuestra Constitución, y su moción de censura es tan legítima como el Gobierno de Rajoy. Estas lecciones de democracia de EGB tendríamos que aplicárnoslas todos. Cuestionar el modo, totalmente legal y constitucional, por el que uno es elegido Presidente es igual de feo que los parámetros que usan los independentistas para saltarse el ordenamiento jurídico.

Y avanzaríamos en cultura democrática si fuésemos capaces de hacer nuestra la legitimidad del Presidente del Gobierno de España. Es decir, yo no he votado a Pedro Sánchez, voté a Albert Rivera, pero desde esta semana, mi Presidente, porque es el legítimo, es Pedro Sánchez. Y ese respeto a las instituciones es la mejor garantía de respeto al país que quieres. También en eso nos alejamos de los independentistas, que no dan validez a un Gobierno que les representa. Porque en esa deslegitimación anda su juego. No respetar las leyes, ni las instituciones que la representan, entre ellas a su Presidente.

A mí, en términos generales, el Gobierno que ha propuesto me parece muy correcto. Cómo será de correcto, que los enemigos del estado de derecho han salido en tromba a criticarlo. Normal. Si usted está esperando que un Presidente del Gobierno de España nombre un ejecutivo para desmontar España, quédese sentado. Esas elecciones de ministras y ministros muy sensatos en general, y muy preparados, solo pueden ayudar a la España que queremos. Y convendría desearles éxitos, Porque esa es otra característica de las personas demócratas que quieren a su país. Que desean, que su Gobierno, aunque no lo hayan votado ellos, sea un Gobierno ejemplar y cumplidor. Porque el cálculo electoral partidista, esos que esperan que al otro les vaya mal para ponerse ellos, es el ejemplo más antipatriota que ha parido madre.

Que haya más mujeres que hombres es un dato estadístico. Lo que es un dato mejor, es que las mujeres elegidas son brillantes. Te podrán gustar sus planteamientos políticos o no, pero no son floreros. Y como en España hay tantas mujeres de primer nivel que no son llamadas a ejercer el noble oficio de ministra, yo me alegro porque se elijan muchas y buenas. Que les vaya bien.

Tiempo habrá de juzgar sus comportamientos y decisiones. Pero este Gobierno está diseñado para salir a la calle y recoger las reclamaciones y exigencias del pueblo. Ha empezado bien, porque el Consejo de Ministras y Ministros, se abre a la sociedad, y no está supeditado a las familias de dentro del partido gobernante. Para Pablo Iglesias ha sido un descubrimiento muy negativo. Que no le hayan dado bola después de apoyar a Pedro Sánchez para tirar a Rajoy, no le ha venido bien. Pensó que tendría una segunda parte de «asalto a los cielos», Pero como está entretenido decorando el casoplón que las bases de su partido han legitimado, pues el Presidente Sánchez le ha legitimado otro Gobierno vía 155 y más artículos. Casi italianos somos.