La arriesgada apuesta del Intercity que capitanean el empresario Salvador Martí y el exherculano Eduardo Rodríguez se mueve entre la audacia y la temeridad. El proyecto es atrevido porque remueve las estancadas aguas del fútbol provincial con una arriesgada propuesta y una cuantiosa inversión de más de un millón de euros para un equipo de Tercera, que carece de afición, de campo propio y cuyo nombre remite más al transporte ferroviario que al deporte. Tiene visos de ir en serio este empresario alicantino, propietario de la firma FacePhi Biometría, que cotiza en Bolsa y quiere convertir a este club en el primero de España que se negocia en los mercados bursátiles. En su estreno en Sant Joan esta temporada, el Intercity ha subido a Preferente y el dueño ya ha comprado la plaza del histórico Novelda para jugar el próximo curso en Tercera. Ahora buscan campo para jugar en Alicante -aunque lo tienen difícil- y con el objetivo inmediato de subir a Segunda B ya sondean el mercado de jugadores y piensan en nombres de primer nivel para la categoría como los de Fofo y el todavía blanquiazul Miñano. Además de Rodríguez, en el proyecto del Intercity ya trabajan otros exherculanos ilustres como José Vicente Lledó y Miguel Marí, técnico del primer equipo y entrenador de porteros, respectivamente. Pero la audaz propuesta de Martí también tiene un punto temerario, toda vez que levanta ampollas en el Hércules y en Alicante. No hay peor cuña que la de la misma madera. La entrada en escena del nuevo club causa inquietud en los despachos del Rico Pérez, que se afanan cada día para poner a salvo la supervivencia de la entidad, obligada a devolver casi 12 millones a Hacienda y la UE en los próximos meses, y no ve con buenos ojos la competencia de un potencial vecino con las cuentas saneadas. De momento, el Hércules le niega al Intercity el uso del estadio, a pesar que que es una instalación pública comprada hace más de un año por la Generalitat. El resquemor también alcanza al CFI Alicante, usufructuario en exclusiva de la ciudad deportiva municipal de Villafranqueza, y al propio Ayuntamiento, herculano de pro, que no tiene campos para el nuevo club y recela de su proyecto. Demasiados enemigos en muy poco tiempo. Bienvenidos a OK Corral.
