El PNV ha agotado los plazos para finalmente votar a favor del presupuesto más caro y vergonzante de la historia de este país, para mayor gloria política de Mariano Rajoy. Como los nacionalistas han estado negociando hasta el último minuto su apoyo al proyecto económico del Gobierno, después del cupo, la agenda vasca y las concesiones conocidas cabe preguntarse ¿cuánto más le costará a España este nuevo “ejercicio de pragmatismo” jeltzale?
Cansado de mantener el suspense para ir llenando la faltriquera, el Euzkadi Buru Batzar resume el chantaje vasco en la responsabilidad pragmática. La decisión de transigir con el artículo 155, su última metáfora de la extorsión, es porque al 155 en Cataluña le quedan, de acuerdo con las suposiciones que maneja, un par de telediarios. La gran estrategia del nacionalismo vasco, como explicó en su día Xabier Arzalluz, ha consistido en agitar convenientemente el árbol de ETA para que fuesen cayendo las nueces. Y, a la vez, en ir arrancando a los sucesivos gobiernos socialistas y populares lucrativas concesiones cada vez que necesitaban de los votos de sus diputados en el parlamento.
Todo ello con altas dosis de “pragmatismo responsable” y ganas de contribuir al interés general. Hombre, esto último de ceder con el 155, siendo tan sensatos como son los dirigente jeltzales, les ha costado discusión, deliberación y poderosas dudas ónticas, además de rezos ante Nuestra Señora de Begoña. Pobrecitos, qué mal lo han pasado y cuánto esfuerzo derrochado por el bien de todos los vascos y vascas. Y, no hay que olvidarse de ello, por el bien general. Todo es altruismo y cordura en el partido del supremacista Sabino Arana.
