Los españoles somos unas bestias, pero no en el sentido que cita el nuevo president de Cataluña. Este muchacho ha vomitado algunas frases que reflejan mucho el pájaro que han puesto al frente de «todos los catalanes». Aunque para él no todos los catalanes son iguales. Es normal. El nacionalismo necesita de la diferenciación para validar su existencia. Que siempre es arrogante, racista, e independentista. Si no, no es. Por eso, me he enchufado las frases con las que mejor reflejó su «pensamiento» excluyente, como todos los nacionalismos. «Si seguimos aquí algunos años más corremos el riesgo de acabar tan locos como los mismos españoles», Quim Torra dixit. Los españoles tenemos algunas bestias de renombre internacional. El propio Valentín Fuster, egresado por la Universidad de Barcelona, capital de Tabarnia, y desde 1994 jefe de Cardiología en el hospital Monte Sinai de Nueva York. Recientemente nombrado director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares en Madrid, capital del Reino de España. Una bestia mundial de cardiología.«Los españoles en Cataluña son como la energía: no desaparecen, se transforman». Lo dijo el tal Torra, y no se tomó ninguna pastilla contra la locura. Pero más bestias españolas les puedo nombrar. Por ejemplo, Margarita Salas Falgueras, discípula de otra bestia parda como Severo Ochoa. Del Centro de Biología Molecular. Cuenta en su curriculum con más de 350 publicaciones internacionales y 8 patentes. Nombrada mejor investigadora europea en 1999. Esta mujer es una bestia en bioquímica. «Los catalanes votan y los españoles vienen a vigilarnos. Fuera de aquí de una vez». Torra otra vez. Les quiero presentar a otro bestia de la investigación, y español, el profesor Mariano Barbacid, que nació en Madrid, capital de las bestias. Marchó a EE UU en 1974. Director de Oncología en el Instituto Nacional del Cáncer de Maryland y, hoy, dirige el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Si hay una bestia luchando contra el cáncer en el mundo, el doctor Barbacid es una de ellas. El president Torrá, el mamporrero de Puigdemont, dijo: «Los catalanes vamos en coches particulares y nos lo pagamos todo. No hacemos como los españoles». Guárdame la cría, por favor. Porque aquí en Alicante en eso que estos catalanes secesionistas llaman, Paisos Catalans, hay otra bestia mundial, Francis Mojica, el ilicitano. Candidato al Nobel. Microbiólogo. Ha recibido el Albany Medical Center Prize, el galardón más importante de EE UU en el campo de la investigación médica. Otra bestia para la colección. Este president tiene más peligro que una caja de bombas. Que a su ignorancia y a su maledicencia se acumule el odio, solo produce bestias de verdad, no como las españolas. Hasta algunos catalanes se ponían la pegatina del burrito en el coche para diferenciarse del toro español. Tienen una escenografía propia de las sociedades totalitarias. Los símbolos, las letrillas, las banderas, como herramientas de adoctrinamiento. Escuelas y medios de comunicación al servicio de la causa. Normal que el Torra salga diciendo esas barbaridades. Lo anormal es que fuese crítico con el sistema que lo amamanta. Peor lo tenía vendiendo seguros. ¡Qué mal vendedor se ha perdido! El país de las bestias al que hace referencia este hombre malo, es el primero del mundo en trasplantes. Fruto de lo bestia que es su programa nacional de coordinación en trasplantes. Tiene el sistema sanitario más completo de cuantos se pueden ver en el mundo. Y tenemos como bestia suprema a Andrés Iniesta. Que cuando marcó el gol para que España, país de bestias, lograse su Mundial de fútbol, era abucheado en territorios donde se aprende a odiar a España. Y ovacionado en todo el territorio de las bestias pardas. ¡Qué malita es la enfermedad nacionalista! No vamos a solucionar esta letanía de tontos en fila. Pero la maldad que atesoran algunos solo es comparable con su locura. Todos tenemos el derecho a defendernos de estas estrategias políticas excluyentes que solo buscan aniquilar a la parte que no piensa como ellos. Si hoy dejamos de luchar contra tanta maldad, algún día vendrán a por nosotros. Y Europa se construye en la Unión Europea. Todo separatismo atenta contra el bien común, porque solo piensa en la tribu. Y para tribus ya tenemos al Real Madrid y al Barça.