Muchos amigos y conocidos de Elche se han dirigido a mí extrañados de que después de estar casi ocho daños «dando la paliza», a través de INFORMACIÓN, mediante artículos y cartas sobre la CAM y Modesto Crespo, ahora que se acerca el final no se me ve. Trataré de complacerles.

La Caja de Ahorros del Mediterráneo era la entidad más importante de Alicante, tenía más de 130 años de antigüedad, era respetada por todos y su Obra Social era envidiada por todas las demás. Llegó a ser la 4ª caja española y manejar un negocio de 70.000 millones de euros (casi 12 billones de las antiguas pesetas), y todo esto se convirtió en «cero patatero» y dejando en el camino a miles de familias que perdieron sus ahorros con las cuotas participativas. ¿De quién es la culpa?, pues en primer lugar de la crisis, pero la crisis fue para todos y algunos se salvaron y otros no hicieron tanto daño, luego se deduce que la gestión de directivos y consejeros fue bastante deficiente.

Se han hecho muchas investigaciones y se han celebrado varios juicios, pero hay múltiples temas que todavía no se han aclarado: uno, porque el Banco de España, principal culpable de la mala solución que se le dio al tema, no le interesa que se sepa todo y, otros, como el Banco de Sabadell que, aunque no es culpable de nada, lo que quiere es pasar página y olvidarse de este tema y por eso no es partidario de abrir sus archivos.

¿Qué pasó con los casi 300 millones de euros invertidos, con autorización del Banco de España, en Crédito Inmobiliario de México y que al cabo de un año desaparecieron? ¿Cuántos y quiénes han sido los promotores que se asociaron con la caja y que al final se fueron a su casa con grandes beneficios mientras la caja se quedaba con toda la porquería? ¿Cómo es posible que se haya sentenciado que hubo falsificación contable para dar beneficios donde habían perdidas y, sin embargo, no se culpa de apropiación indebida a todos los que percibieron un bonus por alcanzar unos objetivos que no se lograron? Hay muchas más cosas, pero como muestra ya vale, solo me queda una pregunta: ¿Por qué el consejo de administración de la CAM, antes de ser intervenida, no rescató las cuotas participativas? De haberlo hecho, la masa de la quiebra apenas se hubiese incrementado y por el contrario miles de familias hubiesen recuperado sus ahorros.

Ahora estamos metidos en un tema que tiene más de morbo que de importancia ya que estamos hablando de una cantidad, 600.000 euros, que es calderilla comparada con los miles de millones de euros que desaparecieron en la CAM, pero mucho o poco si hay delito debe ser castigado. Está claro que Roberto López era dueño y señor de vidas y haciendas en la CAM y, por esta razón, cuando Modesto Crespo fue nombrado presidente le dio el mismo trato que desde hace varios años le venía dando a todos los miembros del consejo, es decir, se saltó los estatutos de la CAM pagando dietas como consejeros de empresas filiales, lo que ocurre es que en el caso de Crespo se le fue la mano y se pasó tres pueblos y Modesto no puso ningún reparo.

Es lógico que Modesto no quiera entrar en la cárcel y por eso está dispuesto a reconocer lo impropio de sus dietas y devolverlas a cambio de una condena menor de la pedida. Lo que ocurre con el resto de los consejeros es «postureo». Vamos a ver: los tres miembros de la comisión de retribuciones fueron los que propusieron al consejo las cantidades a pagar a Crespo, por eso no se unen al resto de consejeros y dicen que sí se comunicaron en la reunión del consejo. Los que niegan que se tratara el importe de las dietas de Crespo, es posible que tengan razón pero lo menos que se puede hacer es leerse el Acta antes de firmarla, si se agregó después de firmarla esto es muy fuerte y no me lo creo, además, hay una cosa que aunque no vale para un juicio sí vale para la calle: si todos los miembros del consejo ya venían cobrando dietas, no me creo que no quisieran saber lo que iba a cobrar el «presi».