El último sondeo del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) correspondiente a abril de este año nos sugiere las siguientes conclusiones: la primera es que el próximo Gobierno será de coalición o de acuerdo parlamentario, ningún partido político podrá gobernar en solitario; la segunda, es que hay un cierto giro a la izquierda; en tercer lugar me parece que el CIS «se ha quedado en blanco», un poco, en sus estimaciones.

En el barómetro del CIS, sin duda, el mejor que se hace: el margen de error es de 2%. Las diferencias inferiores no son significativas, aunque deben tenerse en cuenta en la medida en que marcan una tendencia en los sucesivos barómetros. Hay que distinguir: la intención de voto que expresa el entrevistado; la intención más simpatía que la expresa el entrevistado, después de ponerlo en la tesitura de mostrar preferencias y la estimación, que es lo que el CIS pronostica después de pasar por la «cocina».

Volviendo al barómetro de abril y atendiendo a la intención directa de voto, Ciudadanos ganaría. En la intención más simpatía gana Cs y el PSOE ya que se quedan a un punto y medio de distancia, por debajo del 2%. Y en la estimación de voto que hacen los cocineros del CIS gana el PP y hay un triple empate: PP, Cs y PSOE por ese orden mientras que Podemos más sus confluencias quedan a más de 2 puntos del PSOE.

En todos los sondeos electorales en vísperas de elecciones generales Cs ha sacado una proporción de votos superior a la real que luego obtuvo en las urnas, los votos fueron entre un 1 y un 4,5% menos de los pronosticados. En el caso del PP, por contra, los votos obtenidos fueron más de los que les daban los sondeos preelectorales, incluso hasta 4 puntos más, que habitualmente se ocultan en el «No Contesta» o en Cs. El PSOE en las dos últimas generales ha sacado un punto y medio más de lo que pronosticaba el sondeo preelectoral. Lo mismo le pasó a Podemos en el 2015, mientras que cuando fue en coalición con Izquierda Unida bajó casi 5 puntos de los pronósticos de 2016.

La segunda reflexión es que hay un ligero giro a la izquierda en los electores. Los encuestados se autoubican en un 4,55 -se puntúa uno la extrema izquierda y diez la extrema derecha- lo que no sucedía desde enero del 2015.

En los sondeos y en las votaciones el votante socialista desilusionado o disgustado con su partido vota, en general, en blanco; mientras que los partidarios del Partido Popular se ocultan en el «no contesta» o en Cs. En estos sondeos la intención de voto en blanco es muy alta: casi 5 puntos, incluso en la estimación sigue siendo muy alta, mientras que a la hora de la verdad en las urnas apenas supera el 0,5%. El CIS se queda «en blanco».

Por último, aunque las diferencias sean mínimas hay que considerar que Cs presenta una tendencia creciente en intención, en intención más simpatía y en estimación; el PSOE ligeramente creciente; el PP claramente decreciente y Podemos ligeramente decreciente.

Con estas observaciones, en mi opinión, lo previsible es una victoria, por muy poco, del PP o del PSOE -en porcentaje de votos- seguidos muy de cerca por Cs, y ligeramente más descolgado Podemos. Ciudadanos sube pero sacaría menos de lo que estima el CIS y ese voto de menos, más el «no contesta» irá al Partido Popular que se sitúa de esa forma en torno al 25%, el PSOE sube ligeramente y puede incluso supera al PP si moviliza el voto en blanco que pronostica el CIS. Podemos no se sabe si iría en coalición con Izquierda Unida; pero estarán ligeramente por debajo al 20% de votos.

En estas condiciones, la siguiente cuestión clave es si el centro derecha obtendría suficiente mayoría de votos y escaños para formar Gobierno; que en ese caso, en mi pronóstico, lideraría el Partido Popular. Claro que PSOE y Podemos no sumarían suficientes escaños aunque estén en torno al 45% de los votos. En esta situación, el fiel de la balanza lo tendrá probablemente Cs que podría inclinar el gobierno hacia el PP o hacia el PSOE; esto último me parece poco probable. La otra posibilidad, si salieran los números, sería PSOE-Podemos con los nacionalistas, un tripartito en el Gobierno de España. Improbable.