El salón de los egos, eso es lo que es ahora mismo la Casa Consistorial. El jueves asistimos al culmen del culebrón en que se ha convertido nuestro Ayuntamiento.

Desde que dimos un voto de confianza (que no era decisivo, importante matizar para los que quieran echarnos la culpa del desaguisado) para gobernar la ciudad, prometiendo una y otra vez que vendrían a salvarnos, la izquierda no ha hecho otra cosa que convertir el Ayuntamiento en una jaula de grillos donde los problemas de los ciudadanos se han quedado relegados a la anécdota. Casi tres años de calvario, de reproches y mala gestión, que han dejado a la Administración local en un pozo sin fondo, surrealista para muchos.

Ha quedado patente que los partidos de la pancarta no vinieron a salvarnos, sino a sumir a esta ciudad en una de las etapas más oscuras en gestión municipal. Una legislatura perdida, sin duda alguna.

Ahora tenemos un mini gobierno de derechas con un partido que durante mucho tiempo criticó que la vida política se judicializara, criticando las idas y venidas al juzgado para sacar rédito político, y ahora resulta que ha conseguido llegar al poder de la misma manera que tanto criticaron algunos de los que hoy son equipo de gobierno.

La oposición está para fiscalizar y, por supuesto, para denunciar aquello que es ilegal, injusto e inmoral, pero teniendo en cuenta que eso se hace por el bien del ciudadano, no para conseguir el poder.

Una pena que la batalla no se haya producido en las urnas, de manera sana y responsable, sino en un ring llamado juzgados. Hoy ya tenemos nuevo alcalde, pero siempre le pesará que consiguió la Alcaldía en los juzgados, no en las urnas.

Deseando que pasen ya estos cuatro años, porque Ciudadanos dará la batalla en las urnas, con un programa sólido para esta ciudad, que tiene ganas de salir de la agonía en la que está sumida. Con un proyecto que haga que Alicante sea lo que se merece, para que nos sintamos orgullosos más si cabe de nuestra tierra y nuestras raíces. Como siempre hemos hecho, estaremos apoyando las medidas que sean positivas para nuestra ciudad, sin sectarismos, solo y exclusivamente por el bien de la ciudad, nuestro grupo municipal ya ha dado buena cuenta de ello, ejerciendo una oposición responsable y coherente, como también se ha hecho a nivel autonómico y nacional, queremos cambiar las cosas pero de manera sensata y razonada y desde luego por el bien común y no el de unos pocos.

Todo ello para dejar atrás eso de que llevamos mucho tiempo escuchando que estamos «a la cola», porque los alicantinos necesitamos que el Ayuntamiento deje de ser el salón de los egos para ser la Casa Consistorial que trabaja por y para la ciudadanía, y no para los intereses de unos pocos.

Somos un proyecto de centro, que aglutina muchas sensibilidades, con ganas de hacer las cosas bien, de manera sensata y coherente, pero sobre todo responsable. Gobernaremos cuando los ciudadanos nos den la oportunidad democrática de hacerlo. Porque así entendemos nosotros la política: como un servicio al ciudadano. Una institución y un equipo de gobierno lo es de toda la ciudadanía, y eso los demás partidos lo han olvidado y se han dedicado a pelearse por conseguir el poder, sin pensar que lo verdaderamente importante son los ciudadanos.