La necesidad de las víctimas de delitos de odio de recibir ayuda especializada y acompañamiento motivó en 2017 la creación del Observatorio Valenciano contra la LGTBfobia. Una herramienta que ha permitido a lo largo de 2017 atender a decenas de personas que han sufrido algún tipo de incidente discriminatorio, motivado en el odio hacia la orientación sexual y la identidad de género. En nuestra Comunidad han sido registrados 79 incidentes y delitos de odio en 2017. Y supone que más de un centenar de personas han sido víctimas de algún tipo de incidente discriminatorio motivado en el odio hacia la diversidad sexual, familiar y de género.

Con el valenciano, este es el tercer observatorio autonómico que se pone en marcha en el territorio del Estado. Los datos recabados son muy preocupantes. Durante 2017 se produjeron en la Comunidad de Madrid 321 incidentes de odio y, en Cataluña -primer observatorio fundado en 2008- un total de 111. La importancia de estas entidades es esencial en la denuncia y el acompañamiento a las víctimas. Sin esta herramienta muchas agresiones quedarían impunes. Poner límites al odio es fundamental en una sociedad democrática y constitucional, donde se respetan los derechos. Y el odio contra cualquier persona, por razón de su pertenencia a un grupo étnico o cultural, basado en la ideología, por razón de la discapacidad o de la enfermedad, de la orientación sexual o identidad y expresión de género no puede quedar impune.

La realidad de la discriminación a lesbianas, gais, bisexuales y personas trans e intersexuales tiene particularidades que endurecen más la situación que sufrimos. El miedo a la denuncia, por temor a revelar la situación personal, la sensación de incomprensión que sufren las víctimas ante el proceso judicial, la falta de consideración de los agravantes recogidos en el código penal ante estas situaciones o la normalización de la violencia contra las personas LGTBI, es decir, considerar que debemos recibir insultos o violencia por ser como somos y amar a quien amamos produce que las agresiones no se denuncien en su gran mayoría. Todavía queda mucho por hacer.

Por ello, contra la impunidad, el odio y la discriminación y con el fin de erradicar la violencia y atender a las personas que la sufren, el Observatorio Valenciano contra la LGTBfobia ha presentado su primer informe alertando de la grave situación. Y ante los datos incontestables no podemos mirar hacia otro lado.