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Dramáticas consecuencias

La extravagancia e ironía del comediante se unen a la discreción del amigo y a la ambiciosa vitalidad de ella en el sobrio salón del matrimonio

Texto y dirección: Chema Cardeña.

Compañía: Arden Producciones.

Tiene aspectos relacionados con el teatro documental, donde se incorporan ingredientes históricos de la ascensión del nazismo al poder y de sus dramáticas consecuencias. Los elementos audiovisuales se reflejan en una pantalla con imágenes antiguas sobre el asunto que administra el autor Chema Cardeña utilizando tres personajes, amigos y residentes en Berlín, en una historia compuesta por cuatro visitas. Desde 1933 hasta 1946 e incluyendo varias incursiones, ubicadas en Buenos Aires, en 1966, a través de una grabación con el veterano Juan Mandli, quien evoca lo ocurrido hace años, ya que fue el colega de la pareja y ese sujeto de ascendencia judía que estuvo en un campo de concentración. Homosexual y prestigioso actor de teatro junto al matrimonio vinculado al cine alemán de la época. Respectivamente, el propio Cardeña, Iria Márquez y Juan Carlos Garés, un trío que atrapa a los espectadores con su agilidad y solidez interpretativas. Que convence y seduce, como pudo saborear el público que acudió al Arniches. La frívola vida de los años 30, a pesar de las dificultades, y la amistad quedan rotas. El judío pierde, les solicita refugio, y los otros dos prosperan, le dan la espalda y se acomodan a la nueva situación bendecida por la propaganda nazi.

¿Le habría ayudado usted aun a riesgo de asumir el peligro? Los tres alientan los pasajes de Shakespeare en Berlín, bajo la veterana y lúcida dirección de Chema Cardeña, magnífico y flexible intérprete, un completo hombre de teatro que fundó la compañía valenciana Arden Producciones. La extravagancia e ironía del comediante se unen a la discreción del amigo y a la ambiciosa vitalidad de ella en el sobrio salón del matrimonio. Y el emotivo drama desemboca en la extrema pasión de una tragedia al estilo shakesperiano. «A cada uno, lo suyo», se expone. El autor sintetiza y aporta singularidad a la conocida temática. Airea el pasado para reflejar el presente, al igual que ya hizo en Matar al rey, El idiota en Versalles o La puta enamorada. Las intransigencias, el pisar derechos o la ausencia de diálogo establecen paralelismos entre la trama y ciertas realidades de hoy (y de siempre) que todos conocen.

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