Daniel Calparsoro es un director de cine nacido en Barcelona, y autor de la notable película «Cien años de perdón», que es un thriller de intriga y acción, con asalto a un banco, derivas inesperadas e imprevistos giros, pero también con ciertas dosis de humor y elementos de denuncia social.

Y estrena ahora el realizador catalán el largometraje que protagoniza Raúl Arévalo titulado «El aviso», que cuenta la historia de un niño de diez años que recibe una carta con una amenaza de muerte, que nadie en su círculo cree, y que parece relacionada con una serie de crímenes que siguen un extraño orden numérico.

Mientras, de otra parte, la película presenta a un joven obsesionado con los números, que investiga una sucesión de muertes, ocurridas a lo largo de los años en el mismo lugar, y que parecen tener un modelo común, intentando descifrar dicha frecuencia como única opción para salvar al niño amenazado de muerte.

Y es «El aviso», según leo, una película de trasfondo fantástico, que plantea la existencia de universos paralelos, y que según Calparsoro habla sobre todo de la comunicación, pues en ella se plantea como un hombre intenta relacionarse con un niño que vive en otra época, para procurar salvarle la vida.

Aunque limitándonos ahora a personas que viven en el mismo universo, y a propósito de la comunicación, es cierto que ejercitar la escucha puede ser tarea difícil, pues en ocasiones hay algo que de algún modo interfiere entre lo que el otro quiere decir y lo que nosotros deducimos, y que son nuestros prejuicios y recelos, siendo esencial en la conversación prestar atención a cada palabra de nuestro interlocutor, y mantenerse en silencio escuchando, para luego expresar nuestra opinión de un modo claro y pausado.

Estando atentos a lo que el otro nos dice, ejerciendo la libertad de elegir cómo vamos a relacionarnos, y procurando que sea de una manera proactiva, ya que ello nos aporta beneficios emocionales, pues somos seres sociales por naturaleza, que proyectamos mantener relaciones de armonía y de paz con los demás, pero intentando ser asertivos, empáticos y comprensivos, buscando tener una buena comunicación no verbal.

Siendo en todo caso útiles herramienta como emplear halagos sinceros, para reforzar el discurso de la otra persona, poniéndonos en su lugar, facilitando el mejor estilo comunicativo adecuado al contexto, ponderando la opinión y mirando a los ojos del otro, pero sin invadir su espacio personal, y respetando siempre los turnos de palabra.

Y valorando que según Calparsoro su filme trata de la comunicación y mi parecer de complicado argumento, me planteo acudir a esa película con el inicial propósito de poner una gran atención, para ayudar a los personajes a encontrar fórmulas de comunicación con otros universos, y ecuaciones matemáticas y numéricas que ayuden al enlace y la conexión, aunque quizá mejor dejarse llevar por ese gran actor que es Raúl Arévalo, en los que espero vibrantes e hipnóticos momentos, de intriga y trama que permitan culminar, con acierto y a tiempo, la advertencia, la notificación, la comunicación, «El aviso».