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Opinión

Visnjic y la trituradora

A pocos días del Viernes de Dolores y la Semana Santa, el bueno de Josip Visnjic se aferra a la cofradía del clavo ardiendo para no perder definitivamente la fe en este Hércules irreconocible, que se arrastra como alma en pena por esta categoría, en la que ya no es un aspirante a la promoción ni un favorito al ascenso, sino un histórico venido muy a menos y lastrado por las múltiples carencias de su acomodada plantilla. Incapaz de sostener el prestigio de un club centenario, este equipo se ha convertido en una trituradora de entrenadores, directores deportivos, presidentes... Y lo que es peor aún: está derritiendo también la ilusión y la paciencia de una afición tan «fácil», en el buen sentido, y entregada como la del Rico Pérez. En el primer año de Javier Portillo como máximo responsable en solitario de la parcela técnica, este vestuario se ha llevado ya por delante a dos entrenadores - Gustavo Siviero y Claudio Barragán- y está a punto de arrasar al tercero: un hombre de la casa como Visnjic, que no encuentra explicación al desplome de estos jugadores en el mes escaso que lleva al frente del banquillo. Falto de personalidad y liderazgo, vulgarizado hasta el extremo de perder con cualquiera (en las dos últimas salidas frente al Peña Deportiva y Peralada, que luchan por la salvación), este grupo ofrece los mismos síntomas que el de la temporada pasada, que se llevó por delante a Luis García Tevenet y al anterior director deportivo Dani Barroso. Por el camino de este «via crucis» blanquiazul también han caído, por diferentes motivos, los presidentes Juan Carlos Ramírez y Carlos Parodi, aunque sigan ligados a la entidad con otras funciones. Tienen mucha tarea por delante el nuevo mandatario Quique Hernández y Portillo porque, como cuenta Lucas Verdú, este Hércules es el menos goleador de sus 15 años de historia en Segunda B y llevar a cabo una remodelación a fondo de la plantilla para el próximo curso le costará quebraderos de cabeza y una suma importante de dinero puesto que más de la mitad de la plantilla tiene firmado otro año más de contrato. Ante este panorama, Visnjic sigue creyendo en una última opción si este Domingo de Ramos le ganan al Mallorca. Pero el serbio sabe que la trituradora viene a por él.

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