Mientras haya en este mundo personas como Antonio Fraguas, Forges, dispuestos a arrancarnos una sonrisa con su humor sano, limpio e inteligente, podremos pensar que el género humano es aún susceptible de redención. Y es que esta semana se nos fue el genial humorista gráfico, después de dejarnos miles de viñetas teñidas de sutileza y buena onda en los periódicos. Recuerdo especialmente una que publicó hace años con motivo del 8 de marzo, que espero se reedite en estos días en su honor, en el que una mujer, al contestar sobre cuál era su profesión, acababa enunciando una larga retahíla, en la que indirectamente describía las múltiples tareas de las que habitualmente nos encargamos las mujeres a lo largo del día, y terminaba autodefiniéndose además como geisha sensual. Las mujeres seguimos, queramos o no, estando a los mandos de la inmensa mayoría de los hogares y él tuvo la sensibilidad de destacar esta realidad, entre otras muchas. En su última viñeta Forges nos dejó el sencillo mensaje de «os quiero, afirmo», que me ha hecho saltar las lágrimas y no sólo porque esté yo sensible. Lo echaremos de menos.

Forges se hizo grande trabajando en prensa, esa prensa que hoy está un poco en jaque, debido en buena medida al traidor ataque del gratis total que nos viene servido desde internet. Sin embargo, es imprescindible poder seguir contando con medios potentes, que garanticen la democracia y gocen de credibilidad de cara al ciudadano, como dijo acertadamente el president Ximo Puig en la brillante gala del pasado jueves de los 33 Premios Importantes de INFORMACIÓN. En dicha gala pudimos ver que el papel de este medio de comunicación desde el que les escribo en la sociedad alicantina es más que relevante a día de hoy, a juzgar por la verdadera marea humana que arropó el acto, celebrado en el ADDA. Nadie quiso perderse una noche en la que las emociones circularon por la sala acompañando a las personas que estaban recibiendo los reconocimientos. Eché de menos en el acto más presencia femenina, tanto en las primeras filas como entre los premiados, e incluso algún azafato ya de paso que estuviera además un poco cachas. Que después de dejar a mi prima y mi cuñada en el chat de «Cuñadette» con la palabra en la boca, porque dicen que les fastidie lo del 8 de marzo, les diría que tenemos que seguir, aunque nos aburra más que las ovejas, hablando de ello y que este no es ni mucho menos un tema manido, sino de actualidad. De rabiosa actualidad, si me lo permiten.