La figura del Dietista-Nutricionista (D-N) se va profesionalizando cada vez más, y en el ámbito deportivo no es una excepción. Tras años donde el deportista se ha visto ninguneado y hasta estafado por parte de otros profesionales que han sobrepasado los límites establecidos en su campo cayendo en el intrusismo e incluso por desaprensivos sin cualificación, además de encontrarse sobresaturados con ayudas ergonutricionales con una pobre validez científica, puede estar seguro de que comienza a entreverse un rayo de esperanza en este campo.

Médicos deportivos, fisioterapuetas, re-adaptadores, preparadores físicos, son algunos de los profesionales formados y reglados que han ido formando parte indiscutible de los equipos de trabajo que velan para que el deportista consiga un óptimo rendimiento y a la vez disminuya el riesgo de lesiones, en un contexto donde se entrena y compite sobre la fina línea que separa el alto rendimiento de la lesión deportiva. El D-N fue reconocido como profesión sanitaria, titulada y regulada en 2003, tras aprobarse la Ley 44/2003 de 21 de noviembre por el Ministerio de Sanidad y Consumo, es decir, se equiparó a profesiones como las de Enfermería, Fisioterapia, Terapia Ocupacional o Podología entre otras. Por lo tanto, es el D-N en el que, en el ámbito deportivo, trabaja inter- y multidisciplinarmente junto a otros profesionales para lograr el mejor rendimiento que un deportista puede alcanzar. Su trabajo, siempre basado en la evidencia científica y en constante actualización, es uno de los componentes esenciales del equipo técnico y médico de un tenista, de un club de fútbol o de un atleta. Tanto a nivel profesional, como amateur, el deportista ha estado bajo el punto de mira de los «charlatanes» y aquellos «expertos» de la nutrición y suplementación (mal llamada «nutrición deportiva») en los que el dinero, tiempo y salud, han estado en juego. Sustancias como la L-Glutamina, Hidroxicitrato, Aspartato de arginina, Malato de Citrulina entre otros, se han venido utilizando o recientemente se han puesto de moda sin suficientes investigaciones que avalen una mejora del rendimiento o que pueda mejorar otros aspectos como el aumento de masa muscular. Los deportistas caen en la trampa de que a más suplementos, pese a la ineficacia de la gran mayoría, más rendimiento obtendrá, dejando de lado la planificación dietética dependiendo del momento deportivo en el que se encuentren.

Necesitamos realizar una mayor labor pedagógica entre entrenadores, preparadores físicos, deportistas y practicantes de deportes en general para que aquellos que se autodenominan «expertos» en nutrición, «nutricionistas moleculares» o cualquier otro término que sustituya al verdadero D-N, no consigan entorpecer y confundir el trabajo de los verdaderos profesionales. Si eres deportista o amante de algún deporte, acude siempre a un profesional titulado, tu salud, primero, y tu economía, después, se verá beneficiado.